Rolls-Royce dirá adiós a su división de motores eléctricos que tantos enteros ha prometido en los últimos años. La compañía está atravesando una de sus crisis más severas desde hace alrededor de tres años (la llegada de la pandemia en 2020). Ello ha supuesto que tengan que recortar el presupuesto de diferentes áreas. La siguiente en caer será la dedicada a los motores eléctricos, que será vendida a una nueva compañía totalmente ajena a la británica.
Desde 2020, Rolls-Royce ha recortado un total de 9.000 empleos. La necesaria rebaja de presupuestos ha hecho que los puestos laborales deban disminuirse de forma holgada. Tanto es así que a principios de este año, la cúpula de la empresa puso al cargo de la misma a Tufan Erginbilgic, apodado comúnmente como “axeman” (en español se podría traducir como “hachador” por su forma de recortar gastos).
Rolls-Royce elimina su división de motores eléctricos
A lo largo del presente 2023 y bajo la lupa de Erginbilgic, la Rolls-Royce ha eliminado la división R2 Factory, dedicada al desarrollo interno de software de inteligencia artificial, así como un proyecto para capturar el exceso de carbono en la atmósfera. Por otro lado, también aseguró que “muy pronto” recortarán un total de 2.500 puestos de trabajo dedicados a la gestión y administración. Finalmente, han anunciado también la venta de su unidad de motores eléctricos.
Esta división estaba inmersa en el desarrollo de sistemas de propulsión para aeronaves de uso urbano, como los llamados eVTOL o eSTOL. También hacían lo propio para aviones comerciales de gran tamaño. Recordemos que hace dos años, Rolls-Royce llevó a cabo las primeras pruebas sobre el primer avión eléctrico propulsado con motores propios. Sin embargo, ello no ha servido para que la marca mantenga viva esta unidad y Erginbilgic admitió: “Necesitamos tomar decisiones sobre la asignación de recursos. Esta unidad de negocio eléctrico ofrecerá un mejor valor a un tercero”.
Todo ello forma parte del objetivo para aumentar las ganancias y recortar gastos en la empresa, algo que ha afectado de forma directa a su visión y metas para alcanzar la sostenibilidad plena. La empresa dejará así de desarrollar sus motores eléctricos y “doblará su apuesta” por los motores alimentados por combustibles de aviación sostenibles o SAF.
Por otro lado, también seguirán activos en el desarrollo de motores alimentados con hidrógeno, de la mano de EasyJet. Erginbilgic aseguró que “esta tecnología aún está muy lejos de ser una solución viable para vuelos de larga distancia. Los combustibles de aviación sostenibles serán el camino a seguir para que la aviación alcance el cero neto y nuestros objetivos climáticos”.
El responsable puntualizó en su comunicado que los beneficios obtenidos por la venta de la división eléctrica serán directamente enviados al desarrollo de su motor UltraFan de próxima generación, que cuenta con un significativamente menor consumo de combustible.
Con todos estos recortes, Rolls-Royce logrará alcanzar los 2.800 millones de libras esterlinas en beneficios este 2023, frente a los 837 millones del año 2022. “ La compañía se encuentra en un punto crucial de su historia. Estamos creando una empresa de alto rendimiento, competitiva, resistente y en un crecimiento que tendrá la fortaleza financiera para controlar y moldear su propio destino”, afirmó Erginbilgic en su comunicado oficial.
