Los camiones eléctricos empiezan a verse por las carreteras de todo el mundo, pero necesitan de una infraestructura específica para hacerlos viables en todas y cada una de las áreas del transporte de mercancías, que es para lo que se utiliza una inmensa mayoría.
Los cargadores para coches cero emisiones convencionales permiten recargar de manera más o menos rápida los paquetes de baterías, pero cuando hablamos de un camión de esta tipología, los tiempos de carga se vuelven más importantes.
Sobre todo teniendo en cuenta que el tamaño del componente que necesita un camión es mucho mayor que el de cualquier automóvil eléctrico del mercado. Un ejemplo lo tenemos en el Windrose EV, la copia china del Tesla Semi, que anuncia una capacidad de 729 kWh.
Con eso, da para recorrer unos 600 kilómetros por cada carga al completo, que resultará especialmente lenta cuando se utilizan estaciones de carga en las que, a potencias de 100 kW, un coche normal requiere de una hora para rellenar una batería de bastante menos capacidad de 100 kWh.
Lo que propone ChargePoint es un cargador compatible con el nuevo sistema de carga MCS, que tendrá una capacidad inicial de 1,2 megavatios, para después elevar esta cifra hasta los 3 megavatios.
El evolucionado sistema de carga rompe así con el estándar CCS2, que como mucho permite cargar en una hora el 80% de una batería de 500 kWh, y siempre que se cargue en tomas con la máxima potencia permitida, que para los automóviles es ahora de 350 kW.
Por tanto, con la propuesta de ChargePoint se podría reducir de forma radical el tiempo de espera para las recargas de los vehículos pesados 100% eléctricos, con todas las ventajas que eso tiene de cara a la logística del transporte.
Además, hay que tener en cuenta que las plataformas de camiones eléctricos como el de Tesla admiten 1.000 voltios, mientras que las arquitecturas destinadas al automóvil como mucho hablan de 800 voltios.
Mercedes-Benz, MAN y Volvo también están manos a la obra con camiones y otros vehículos cero emisiones de gran tamaño, por lo que cualquier infraestructura como la mencionada les viene bien para que los potenciales clientes vean viables sus modelos eléctricos.
El sistema de carga MCS no es exclusivo del transporte terrestre, sino que los sectores marítimo y de aviación también podrían beneficiarse de algo así, aunque los desarrollos a nivel pruebas están algo menos avanzados.
Estratégicamente colocados en las rutas comerciales, serían un paso importante hacia la electrificación del sector, pues reducen el tiempo de carga y permiten recorrer más kilómetros diarios.
Como ejemplo, tenemos a Pepsi, que demostró que se podían recorrer más de 1.600 kilómetros al día con el Tesla Semi, por lo que una mejoría en la recarga de sus baterías alargaría considerablemente esta cifra.