Amazon, el gigante del comercio electrónico, tiene un ambicioso plan de descarbonización en marcha y para ello es imprescindible utilizar vehículos menos contaminantes en sus tareas de reparto. La compañía estadounidense ya utilizaba furgonetas eléctricas y algunos camiones de batería, y ahora acaba de poner en marcha su mayor flota de camiones eléctricos hasta la fecha.
Se trata de cerca de 50 camiones totalmente eléctricos con los que Amazon quiere reducir el impacto medioambiental de sus operaciones logísticas, un objetivo que incumbe al reparto en todas sus fases. Es la flota más grande de vehículos eléctricos pesados que Amazon ha implementado en cualquier país hasta la fecha, y lo están haciendo realidad en las soleadas carreteras de California.
Para esta labor, han confiado en los Volvo VNR eléctricos, camiones Clase 8 (la categoría más grande en Norteamérica) que ofrecen una autonomía de 442 kilómetros con un peso bruto combinado de 37.200 kilos. Aunque se pueden elegir con varias configuraciones, los camiones elegidos por Amazon son la opción de tres ejes. La batería tiene 565 kWh de capacidad y se puede cargar al 80% en unos 90 minutos.
Las primeras impresiones de los conductores están siendo positivas por el bajo nivel de ruido y por su impresionante potencia: los VNR eléctricos tienen 455 caballos y 5.492 Nm de par máximo, más del doble de fuerza que la versión diésel más potente del VNR, que ofrece 2.576 Nm de par.
"El transporte de camiones pesados es un área particularmente difícil de descarbonizar, por lo que nos entusiasma aún más tener estos vehículos en las carreteras hoy", declaró Udit Madan, vicepresidente de Operaciones Globales de Amazon. Estos camiones Volvo transportarán contenedores de carga y paquetes de clientes, y recorrerán más de 1,6 millones de kilómetros cada año sin emitir gases contaminantes.
Descarbonizar todas las fases del proceso de reparto
El objetivo de la compañía de Jeff Bezos es tener cero emisiones netas de carbono para 2040. Entre las muchas tareas que necesitan hacer por conseguirlo, descarbonizar el reparto es una de las más importantes y el objetivo es hacerlo desde la primera milla hasta la última.
La primera milla es donde se inicia la logística global, el primer punto de acción. Es el trayecto desde el puerto hasta las instalaciones de los centros logísticos. En este paso, Amazon utiliza camiones eléctricos entre los puertos de Los Ángeles y Long Beach, y sus almacenes de Santa Fe Springs, California.
La milla intermedia es donde los pedidos de los clientes se mueven entre los centros logísticos, las instalaciones de clasificación y, finalmente, las estaciones de entrega.
El reparto de última milla, un concepto que nos resulta mucho más familiar, es el último paso, en el que el paquete en cuestión llega finalmente a su destinatario. En este último paso, cada vez son más las empresas que utilizan vehículos eléctricos ante la necesidad de acceder a las zonas de bajas emisiones de grandes ciudades y la competitividad en costes de utilización de un vehículo eléctrico frente a uno diésel equivalente.
