La agricultura está considerada por los historiadores como una de las profesiones más antiguas de la humanidad. Cultivar el campo forma parte de nuestro ADN desde hace millones de años. La tecnificación de los cultivos y de la maquinaria empleada ha permitido alcanzar importantes hitos en lo que a aprovechamiento de recursos se refiere. Sin embargo, no todas las regiones del mundo tienen acceso a dichas tecnologías. África, el continente más pobre de todos, todavía vive de la agricultura de subsistencia. Pequeños cultivos particulares. Volkswagen lleva años participando en una bonita iniciativa que ha dado como resultado su primer vehículo eléctrico con baterías intercambiables.
La tecnología de intercambio de baterías es algo a la vez sencillo y complejo. Todo depende de la escala. En las motos o en las bicicletas es muy fácil de implementar ya que necesitan pilas de poco tamaño que no pesan en exceso. Sin embargo, cuando hablamos de coches o vehículos industriales surgen importantes complicaciones asociadas al peso de la propia batería. En la industria del automóvil pocas son las marcas que apuestan por este formato. NIO es la más implicada. Un sistema que permite recuperar el 100% de la autonomía en el mismo tiempo que repostar un coche de combustión.
Un tractor firmado por Volkswagen el primero del que se tiene conocimiento
Como ya hemos dicho, el procedimiento es sencillo y complejo. El vehículo llega, sale la batería descargada y se instala la batería cargada. Rápido, limpio y sencillo, pero no en África. Si en Europa es raro hablar de intercambio de baterías, imaginemos en el continente africano. El proyecto GenFarm en el que colabora Volkswagen desde hace años en Ruanda, ha desarrollado tecnologías que permiten a los agricultores locales expandir su actividad y mejorar el rendimiento de sus cosechas. El sector agrícola representa alrededor del 25% del PIB del país. De esta forma no sólo habrá más alimentos en la región, también se intensifica la actividad económica.
Para mejorar el rendimiento de las cosechas nada mejor que un tractor. Volkswagen ha estado años desarrollando un vehículo agrícola capaz de adaptarse a las necesidades y particularidades de la zona, donde la disponibilidad de carburantes no es la mejor del mundo. Pero sí lo es la electricidad generada a través de sistemas de captación verde, como paneles solares. Los ingenieros han desarrollado un vehículo capaz de desarrollar una potencia máxima de 20 kW. No es mucho, pero es más que suficiente para el desempeño que se plantea. El tractor se alimenta exclusivamente con electricidad. Los tres en realidad, pues son tres los vehículos que ya están sobre el terreno.
Volkswagen ha pensado en el sistema de intercambio de baterías como la mejor solución de almacenaje ya que la batería de 32 kWh de capacidad no sólo alimentará al vehículo, sino que también servirá como fuente energética. De esta manera, la batería se convierte en parte de la infraestructura energética del centro y en un sistema de almacenamiento de energía para el tractor. Muchas son las iniciativas agrícolas activas en África. Regiones como Europa y Estados Unidos pierden trabajadores del campo que resultan esenciales para la supervivencia de la humanidad. El continente africano podría convertirse en la nueva tierra de cultivo del mundo, pero se necesita maquinaria, conocimientos y recursos.