Ineos presentó hace sólo unos meses el que sería su segundo modelo, al que bautizaron como Fusilier. Este, además, supondría la entrada de la compañía en el mercado de los coches eléctricos cuando comenzase su producción, allá por el año 2027. Sin embargo, las noticias no son tan positivas como cabría esperar, ya que la marca ha anunciado el retraso indefinido del todoterreno eléctrico por varios motivos.
Según afirman desde Ineos, la causa principal para este retraso indefinido es la débil demanda de vehículos eléctricos de este tipo. Sin embargo, también achaca parte de culpa a la incertidumbre política que se ha creado en los últimos años con respecto a la preferencia entre una mecánica u otra.
El CEO no está por la labor de tener un coche eléctrico
Jim Ratcliffe, CEO y fundador de Ineos, no ha sido la persona más afín con los vehículos eléctricos. En la presentación del Fusilier aseguró que el modelo, además de con la versión 100% eléctrica, también contaría con otra de autonomía extendida con motor de gasolina como reconocimiento de “las claras limitaciones de la batería eléctrica en determinadas situaciones”, afirmó.
También aseguró en dicha presentación que “tenemos que tener un vehículo eléctrico, nos guste o no, pero nos gusta, ya que es importante para el mundo. Estados Unidos tiene una visión diferente a la de la Unión Europea en cuanto a querer ver una reducción en la trayectoria del CO2, pero está abierto a soluciones diferentes y no quiere obligar a los clientes”.
Queda claro que un vehículo eléctrico no es lo que más apasiona al fundador de la compañía automovilística. Sobre esto también aseguró: “Nuestro instinto nos decía que debíamos seguir el ejemplo de la industria con un vehículo eléctrico, pero hace unos meses nos detuvimos. Mi gran problema con los eléctricos es que tienen dos enormes defectos: no son capaces de hacer un trayecto decente de A a B y, después, no se pueden repostar”.
En unas declaraciones recogidas por el medio Autocar, Ineos Automotive dice lo siguiente: “Estamos retrasando el lanzamiento del Ineos Fusilier por dos razones: la reticencia de los consumidores a aceptar vehículos eléctricos y la incertidumbre de la industria en torno a tarifas, plazos e impuestos. La infraestructura de carga para vehículos eléctricos en la mayoría de los mercados continúa creciendo, y la confianza de los consumidores se ajustará a eso, pero para que la industria cumpla con los objetivos de cero emisiones netas es necesario que haya claridad a largo plazo por parte de los responsables políticos y una serie de opciones tecnológicas disponibles”.
La compañía también añadió que está comprometida a “llevar un vehículo eléctrico al mercado, no solo por la legislación, sino porque queremos hacerlo. Es lo correcto”. Pero también puntualizó una crítica a la legislación europea con la que no está de acuerdo por la prohibición de los vehículos de combustión en 2035.
Por todo ello, el Fusilier queda a la espera de entrar algún día en producción o quedar para siempre en el limbo de los vehículos eléctricos. Como ya hemos mencionado, su producción estaba programada para 2027. Con este retraso, bien podría llegar ahora -si es que llega- en los últimos años de la presente década o en los primeros de la siguiente.