Si nos asomamos a la ventana y echamos un vistazo a la calle, podremos ver que el tamaño de los coches de hoy es una absoluta locura. Vehículos cada vez más y más largos y anchos que complican la movilidad de los habitantes de una gran ciudad. Los atascos son el pan nuestro de cada día de una urbe como Madrid, Barcelona, París o Berlín, por ejemplo. Estas grandes ciudades necesitan cambiar su movilidad para que el problema no vaya a más. Un grupo de fabricantes está tomando posiciones para forjar una alianza que será capaz de ofrecer coches eléctricos ideales para las ciudades del futuro.
Hay varias formas de corregir el problema del transporte. Una, es mejorar la red de transporte público, algo que no parece posible, ya que exigiría enormes cantidades de inversión pública así como una precisa gestión de los recursos. Inviable. Otra, es optar por sistemas de movilidad alternativos como patinetes, bicicletas o vehículos compartidos. Sin embargo, en ciudades con climas extremos resulta imposible aplicar este formato por razones más que obvias. Una tercera alternativa es ofrecer coches de uso diario más pequeños y de bajo impacto ambiental.
Esta última opción es la que parece tomar ventaja ante unas perspectivas cada vez más negativas. Para dar solución a este problema y encarar el futuro de forma compartida, Europa está asistiendo a la formación de una nueva alianza de fabricantes de coches, mejor dicho de microcoches. Los cuadriciclos ligeros pueden ser una excelente respuesta al problema de la movilidad. Vehículos capaces de desenvolverse en el tráfico urbano como pez en el agua gracias a su pequeño tamaño. Aunque presentan defectos -la seguridad es el principal-, también tienen otros argumentos de venta muy positivos.
Su tamaño les da ventaja, pero también podemos sumar cualidades como el precio, el mantenimiento o el hecho de que no es necesario estar en posesión de un carnet tipo B para poder usarlo. Un grupo de fabricantes europeos de microcoches L7e, eléctricos, está uniendo fuerzas para crear una alternativa a los coches grandes y a la movilidad tradicional. Los socios fundadores son Microlino, City Transformer y Circle Mobility, aunque esperan que dentro de poco puedan anunciar más incorporaciones a la alianza.
En la Unión Europea, los vehículos con homologación L7e, cuadriciclos pesados, están autorizados a circular por cualquier tipo de carretera, incluyendo autopistas, a excepción de vehículos L6e como el Citroën AMI que no pueden salir del entorno urbano. Esta cualidad les da ventaja ya que no sólo pueden aprovecharse en ciudad, sino que también pueden alejarse de ella con cierta solvencia. La alianza de microcoches cree que los vehículos L7e “son una solución increíble para muchos problemas sociales”. Obviamente, viendo los grandes atascos que se forman cada día, tienen mucho que aportar.
Diferentes estudios demuestran que hoy, aproximadamente, el 50% del espacio público urbano está ocupado por vías y estacionamientos para coches. En cuanto a uso, los datos revelan que el 80% de los vehículos que circulan por nuestra ciudad sólo transportan a un sólo pasajero. Si bien las bicicletas, los patinetes o el transporte público ayudarían a aliviar una gran parte de la presión vehicular sobre las ciudades, los estudios realizados muestran que aproximadamente un tercio de los viajeros diarios no están dispuestos a comprometer su seguridad, comodidad, flexibilidad y privacidad. Aquí es donde los vehículos estándar L7e podrían cerrar la brecha, ayudando, de paso, a reducir drásticamente los índices de contaminación.
