La batería es el alma y el corazón de todo coche eléctrico. A lo largo de los últimos años hemos experimentado notables avances en materia de autonomía y rendimiento. Las compañías no paran de estudiar nuevos formatos, compuestos y sistemas que nos permitan viajar más lejos con menos energía consumida. Hay infinitas posibilidades por descubrir y General Motors asegura haber dado con una alternativa muy interesante. Una batería con celdas en forma de taco, como la comida mexicana, aunque técnicamente deberíamos llamarlas celdas en U invertida.
El fabricante americano cree haber diseñado una nueva forma de empaquetar las celdas que componen las baterías. Celdas que, en su opinión, pueden mejorar significativamente el rendimiento. Acaba de registrar la patente ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos. El nuevo formato supondría eliminar el antíguo y actual estándar de baterías empleado en la industria. Las baterías Jelly-Roll, baterías cilíndricas, en las que el ánodo y el cátodo se enrollan juntos para parecerse a un sabroso rollo suizo. Durante más de 200 años este ha sido el formato de pila más corriente.
Mejoras evidentes en materia de rendimiento y disipación térmica
Fue el físico francés, Gaston Plante, el que diseñó la primera batería recargable del mundo utilizando el ya conocido formato Jelly-Roll. Concretamente el diseño se concretó en la década de 1850, aunque eso no quiere decir que no se hayan producido avances, que los ha habido y muy significativos, sobre todo en los últimos años. La patente de General Motors busca aprovechar mejor el empaquetado. La forma en U invertida no es un mero capricho de romper con lo establecido, también tiene su sentido mecánico y térmico, según afirman los ingenieros responsables.
Estos afirman que el nuevo empaquetado mejora una de las partes más desafiantes en el diseño de las baterías: el rendimiento térmico. GM afirma que al orientar la geometría de las celdas en forma de U invertida la celda de la batería experimenta una mejor disipación del calor. Esto ayuda a la longevidad y al rendimiento de carga, y también podría ayudar a evitar fenómenos como el descontrol térmico. El fabricante de automóviles también afirma que esto podría ayudar a reducir el tamaño de las celdas, lo que ayudaría a acercar las celdas prismáticas a la densidad de energía que actualmente tienen las celdas cilíndricas probadas y verdaderas.
A pesar de las posibles mejoras que supondría el nuevo empaquetado, es muy posible que estas nunca lleguen a ver la luz del sol. GM ya ha reconocido que la transición al mundo eléctrico será más lenta de lo esperado. Quedan por delante muchos años de trabajo, estudio y ensayos. Las patentes no necesariamente significan que la tecnología llegará a la producción, pero los avances en la industria siempre son bienvenidos. Y si los vehículos eléctricos van a seguir convirtiéndose en algo más común, ya sabemos que la tecnología de baterías todavía está en sus inicios y es una de las áreas clave en las que se necesita trabajar. GM lleva tiempo colaborando con otras marcas como Hyundai.