Acampar no está hecho para todo el mundo y eso que hay un buen puñado de vehículos camperizados que lo hacen más fácil que nunca. Lo que no habíamos visto es una caravana como la Pebble Flow, que se puede manejar por control remoto desde el móvil para desplazarla pequeñas distancias o, incluso para engancharse a la bola del remolque automáticamente. Te contamos lo que ya se sabe de esta particular casa con ruedas.
El mercado está lleno de vehículos con distintas soluciones que permiten adentrarse en el estilo camper en mayor o menos medida. Furgonetas camperizadas, autocaravanas y también están las caravanas.
Entre estas últimas, puede (por no decir seguro) que nunca te hayas encontrado con una como la Pebble Flow. Es fruto del trabajo de gente que antes trabajaba en Tesla, Apple, Volvo o Cruise, lo que ya es un buen indicio de que va a marcar la diferencia en algún aspecto.
Y lo hace, para empezar, porque dispone de un control remoto que permite desplazarla en distancias cortas, para moverla de un sitio a otro del camping, por ejemplo. También, como hemos dicho, es capaz de engancharse automáticamente al coche que va a remolcarla.
Esto facilita mucho las cosas a quienes ven las caravanas como una casa rodante pesada y con la que es difícil maniobrar, y razón no les falta. Gracias al sistema de propulsión eléctrico que equipa la caravana de Pebble Flow, la tarea es más sencilla.
Por ahora, sólo es posible ver en las fotos y vídeos publicados por sus creadores, pero en el Salón del Automóvil de Los Ángeles, del 17 al 26 de noviembre, podrá deleitar a curiosos e interesados dando buena cuenta de sus funciones y cualidades.
El aspecto es el de un vehículo de aires futuristas, incluso podría confundirse con alguno de los concept de coche autónomo que hemos visto a algunos fabricantes exhibir en los últimos años. Hay un verdadero trabajo aerodinámico en su estructura y, por supuesto, la caravana está repleta de tecnología puntera.
Prácticamente, todo el lateral, el techo y la parte trasera de la Pebble Flow es una cristalera, lo que implica que los acomodados aventureros tienen una vista de 270º desde el interior. Los vidrios se pueden oscurecer a gusto de los usuarios para quienes quieran más intimidad o cuando la luz solar apriete con fuerza.
Este particular remolque mide 7,6 metros de largo y pesa 2.812 kg, por lo que vas a necesitar un automóvil que pueda arrastrar un carga de este nivel, como podría ser un Ford Ranger, cuya capacidad de remolque alcanza las 3,5 toneladas.
Con la tecnología InstaCamp, la casa rodante se pone automáticamente en posición acampada o, por el contrario, recoge el toldo, el sistema de iluminación extra y las escaleras para que sea más sencillo y óptimo trasladarla por carretera.
En su interior dispone de una cama de matrimonio y otra algo más grande de estilo queen, por lo que puede acoger a un total de cuatro personas con todas las comodidades, incluido un comedor, una cocina completa y un baño que bien podría ser el de un hotel de cinco estrellas.
Todo el habitáculo se mantiene a la temperatura idónea gracias a un climatizador de funcionamiento silencioso.

La energía para la propulsión y otras tantas funciones de la Pebble Flow corren a cargo de una batería de LFP o de litio-ferrofosfato con una capacidad de 45 kWh. Suficiente para alimentar al remolque durante siete días sin conectarlo a la red eléctrica. Un panel solar de 1 kW recargará el paquete de baterías en los horarios de más luz, cuando no sea posible realizar un carga con corriente alterna o continua.
También ayuda el hecho de que esta revolucionaria caravana cuente con un sistema de recarga regenerativo, que acumula en la batería parte de la energía que recupera cuando está siendo remolcada.
Las reservas anticipadas de la Pebble Flow requieren del pago de una reserva de 472 euros, que es totalmente reembolsable. Los que finalmente quieran una tendrán que acarrear con una cuenta de 118.000 euros si la quieren completamente equipada y con todas las funciones.
Las primeras entregas se anuncian para finales de 2024.