El CEO de Volvo, Jim Rowan, ha sido tajante en su crítica hacia los países que se muestran contrarios al dominio del mercado de los coches eléctricos. Alemania o Italia son algunos de los que primeramente se opusieron a la entrada en vigor de la prohibición de los coches térmicos en 2035. El responsable de Volvo asegura que, con esta posición, dichos países tan sólo “buscan debilitar el plan de la Unión Europea” y buscan un futuro del todo “preocupante y decepcionante”.
“El propio Parlamento europeo confirmó este acuerdo el 14 de febrero. Se suponía que los estados miembros harían lo mismo a principios de marzo. Sin embargo, ahora algunos de ellos intentan descarrilar la legislación. Esto puede suponer un cambio preocupante y decepcionante”, afirmó Rowan en su intervención pública, que minutos más tarde también publicó en su propio perfil de LinkedIn.
Alemania ya levantó su voz en contra de esta medida hace unas semanas. Casi inmediatamente, a esta oposición se unió Italia, a la que también siguieron otros países como República Checa, Polonia, Rumania, Hungría y Eslovaquia. Todos ellos se reunieron el pasado lunes para discutir las medidas o propuestas que exponer ante el resto de regiones de la Unión Europea, pero con un factor en común: el escepticismo sobre la prohibición del vehículo de combustión interna.
Por su parte, Rowan, en su posición contraria con dichos países, afirmó que “establecer un objetivo de cero emisiones netas para todos los automóviles y camionetas de pasajeros de nueva venta se confirmó en la gestión climática local internacional de la UE en un momento crítico para nuestro planeta y humanidad”.
“Ahora, no es el momento de dar marcha atrás y bloquear los objetivos meteorológicos y climáticos basados en la ciencia para nuestra industria. Ahora, simplemente no es el momento de colocar las actividades políticas internas por delante del bienestar de nuestro planeta y los residentes de la Unión Europea y ciertamente de las generaciones futuras. Ahora debe ser el momento de una cobertura y una gestión sólida, decisiva y progresiva”, aseguró el CEO de Volvo.
Además, Rowan no se siente especialmente cómodo con la aceptación de los combustibles sintéticos: “Si los combustibles electrónicos se aceptan a largo plazo, esto no resultará un cambio en la estrategia climática”, especialmente apuntando a marcas como Porsche, quienes están realizando altas inversiones a este respecto.
La firma sueca se encuentra actualmente trabajando en la electrificación completa de su gama de modelos. En los últimos meses han dado a conocer todas las especificaciones de su modelo estrella, el Volvo EX90. En los próximos meses harán lo propio con el que espera acaparar el mayor número de ventas: el Volvo EX30. Todos ellos equipados con una mecánica 100% eléctrica y una multitud de asistentes a la conducción para hacerla mucho más segura.
Toda esta inversión para el cambio mecánico en las firmas automovilísticas podrá ser en vano si la propuesta de estos países miembros sale adelante. Por el momento, no se conoce fecha concreta para la nueva votación de la ley europea, algo que debería suceder en las próximas semanas, una vez se haya negociado la aceptación de los combustibles sintéticos.