Cuando todavía faltan algunos días para que Donald Trump se ponga al frente como presidente de Estados Unidos, ya hay algunos fabricantes que han perdido ayudas a la compra de sus coches eléctricos en el país, y no tiene que ver con el inminente mandato.
La realidad es que el motivo es la modificación que ha entrado en vigor dentro de lo que se conoce como Ley de Reducción de la Inflación, que es algo que inició Joe Biden.
Los perjudicados con los cambios en 'las reglas'
Este último, ya se encargó de aumentar los aranceles de importación a los coches eléctricos chinos del 25% al 100%, en un intento de proteger a la industria del automóvil local, una maniobra mucho más dura que la que tenemos en la Unión Europa.
Lo que ocurre en 2025 es que se han cambiado algunos requisitos relacionados con las piezas y los materiales utilizados para fabricar los paquetes de baterías que llevan los coches. Y si no cumplen con la petición de abastecimiento por parte de una empresa local, eso deja al modelo de automóvil en cuestión fuera de los subsidios que reducen considerablemente el coste final de adquisición.
Hablamos, por tanto, de una pérdida de hasta 7.500 dólares en materia de incentivos estatales, y los modelos de Volkswagen, Nissan y Stellantis se han quedado fuera del listado del Departamento de Energía y la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, tal y como ha anticipado Europa Press.
Un listado oficial que el año pasado aglutinaba un total de 22 vehículos entre eléctricos e híbridos enchufables, y que ahora tan sólo suma 18 modelos. Por ejemplo, el Volkswagen ID.4 no aparece ya como opción con el citado incentivo. Tampoco aparecen el Nissan Leaf y el Jeep Wrangler 4xe, que hasta diciembre de 2024 admitían un crédito parcial de 3.750 dólares, es decir, la mitad del máximo posible.
Y esto se ha traducido en una caída en las acciones de Stellantis del 3,8% (en los primeros días de enero), y que en Volkswagen responde a una bajada del 1,4%.
Trump todavía tiene que poner en marcha sus medidas
Por ver queda lo que ocurre a partir del 20 de enero de 2025, que es cuando Donald Trump se pondrá al frente como presidente de Norteamérica. Más que nada porque es contrario a las ayudas a los vehículos eléctricos.
Además, ha prometido complicar todavía más la entrada de coches eléctricos chinos, y también los de cualquier otro país extranjero, y ahí también entra Europa en el saco.