Según recoge Automotive News, el gigante chino Dongfeng Motor está estudiando la posibilidad de desprenderse de su paquete accionarial en el Grupo PSA, propietario de Peugeot, Citroën y Opel. El volumen de las acciones asciende a unos 2.200 millones de euros, y según fuentes expertas, la compañía china baraja varias opciones para desprenderse de esta participación en el grupo francés.
Mientras las compañías de coches lidian con una desaceleración del mercado a nivel global, un nuevo movimiento podría hacer resentirse un poco al Grupo PSA. Dongfeng, controlado en su mayoría por el gobierno chino, ha estado en conversaciones con asesores para valorar las diferentes formas de monetizar parte o la totalidad del 12,2% de acciones que tiene de PSA. Entre las distintas opciones existe la posibilidad de vender las acciones directamente, y también emitir bonos intercambiables respaldados por acciones de PSA.
Esta búsqueda de liquidez permitirá a Dongfeng invertir en otras áreas como el desarrollo de coches eléctricos y sistemas de conducción autónomos, en un momento en que sus rivales ya están invirtiendo miles de millones en vehículos eléctricos (entre ellos coches, por supuesto, pero también camiones, buses o motocicletas) y tecnologías autónomas. Evergrande, también china, que quiere convertirse en el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, es uno de los mejores ejemplos sobre la competencia de Dongfeng.
Dongfeng tiene actualmente una joint-venture con PSA en el mercado chino, Dongfeng Peugeot-Citroën Automobile Co., Ltd (DPCA), y llegado el momento de vender sus acciones de PSA, la intención de los chinos es coordinarse con la compañía francesa para preservar una buena relación de trabajo. Según las fuentes consultadas, las negociaciones están aún en una fase temprana y no está claro que lleguen a un acuerdo. Sin embargo, a Dongfeng quizá le acabe resultando más interesante permanecer como socia de PSA para beneficiarse de su conocimiento y saber hacer en el desarrollo del coche eléctrico.
De llevarse a cabo esta salida de Dongfeng, alteraría el equilibrio de fuerzas que hay actualmente entre la compañía china, el Estado francés y la familia Peugeot, pues cada uno de los mencionados posee el 12,2 por ciento de PSA. El pasado mes de octubre, el CEO de PSA, Carlos Tavares, dijo que la relación de fuerzas en el accionariado era estable y que no había cambios a la vista. Ahora, sin embargo, ni PSA, ni la familia Peugeot se han pronunciado al respecto.
Una relación que se remonta a 2014
Dongfeng Motors entró en el accionariado de PSA en el año 2014, formando parte junto al Estado francés del rescate de PSA. Por entonces, el Grupo PSA presentaba un muy bajo margen de beneficio (en torno al 1%) y se había quedado atrás respecto a sus rivales, tanto por tecnología como por gama. PSA y Dongfeng también acordaron asociarse en China, con la joint-venture mencionada anteriormente, dando acceso al fabricante francés al mercado automovilístico más grande del mundo.
En aquel 2014, Dongfeng compró las acciones de PSA a 7,50 euros e invirtió 800 millones de euros. Cinco años después, con un Grupo PSA totalmente renovado y una gama de productos modernos (la llegada del Peugeot e-208 es inminente) con la que gana mucho dinero, las acciones cotizan a más del doble de aquel precio. No obstante, Dongfeng es consciente de la desaceleración del mercado y la venta de PSA le proporcionaría unos fondos que serán muy necesarios para superar la peor caída de beneficios de su historia, que en el segundo semestre (de 2018) cayeron un 30%.