Diversos estudios han demostrado que muchos conductores están deseando dar el salto a la movilidad eléctrica, pero hay ciertos factores que les impiden consumarlo. Si bien los coches están reduciendo sus tarifas, la infraestructura de carga sigue siendo uno de los puntos débiles de la estrategia. La red en carreteras ha mejorado, pero el problema de muchos clientes es que no disponen de una plaza de garaje donde dejar el coche conectado durante la noche. Itselectric, una startup americana, promete poner solución a semejante inconveniente.
Sólo en España se estima que el 70% del parque de vehículos duerme en la calle. Basta echar un vistazo por la ventana para descubrir que muchas viviendas no poseen un aparcamiento en las instalaciones o que muchos conductores prefieren no pagar una plaza de garaje. En estos casos, el coche eléctrico resulta prácticamente inviable. Recurrir siempre a la carga pública es costoso y echa por tierra una de las ventajas de la movilidad eléctrica. Muchas ciudades están buscando una solución, empresas como Ionity también. Desde Estados Unidos aportan un enfoque nunca antes contemplado.
Puntos privados en la calle aprovechando el excedente de los propios edificios
Itselectric tiene su sede en el neoyorquino barrio de Brooklyn. La compañía, fundada por Nathan King y Tiya Gordon, quiere solucionar el problema que impide realmente la expansión de la movilidad eléctrica. Algunas soluciones alternativas hay, pero con lo que más veces se ha especulado es con la posibilidad de instalar puntos de carga urbanos. Postes en la acera en los que conectar coches eléctricos. Algunas ciudades ya han demostrado el potencial de este tipo de instalaciones, pero no están exentas de controversia. La idea de los americanos es que todo el mundo gane, desde el que conecta el coche hasta el que suministra la energía.
La compañía quiere aprovecharse del excedente de energía de las casas, conectándose a la red doméstica sin la necesidad de tener que hacer grandes obras. Se trata de puntos de carga de Nivel 2, de menor potencia y más lentos que no requieren grandes modificaciones en la red. Están especialmente diseñados para cargas de baja potencia y especial aprovechamiento nocturno. Es el propietario de cada vivienda el que debe solicitar la instalación, que corre a cargo de la empresa. Tras activar la instalación, el punto se da de alta en la red de carga pública y sólo hace falta esperar a que lleguen los clientes. Estos tendrán que darse de alta en una aplicación específica para poder iniciar la recarga.
Todo el mundo gana. El propietario de la vivienda se beneficia de unos ingresos pasivos estimados de unos 1.000 dólares al año y el conductor puede encontrar una solución que le permita recuperar energía y la ciudad suma puntos de carga sin tener que mover un dedo. El objetivo secundario es eliminar de la calle complicadas instalaciones y una extensa red de cables de carga que puede dificultar el libre tránsito de los peatones. Los primeros puntos de Itselectric ya se han instalado. La compañía espera crecer el próximo año de la mano de socios tan importantes como la propia ciudad de Nueva York y Hyundai Cradle.