Tesla apuesta a lo grande por China, el principal mercado automovilístico del mundo y, también y sobre todo, aquel donde más vehículos eléctricos e híbridos enchufables se venden en todo el planeta, que en 2025 superarán en ventas a los coches térmicos.
Pero China también es el país líder en energías renovables, tanto solar como eólica. Y esas energías requieren de baterías donde almacenarse. Y este es el motivo por el que Tesla comenzó, el pasado mes de mayo, la construcción de una fábrica de baterías situada a las afueras de Shanghai, cerca de su gigafactoría de coches eléctricos que lleva funcionando desde 2019.
Una fábrica especializada en grandes baterías
La fábrica de Tesla, cuya construcción ha finalizado tras siete meses y que acaba de iniciar la producción en pruebas, abarca 200.000 metros cuadrados y ha supuesto una inversión de cerca de 1.450 millones de yuanes, o 194 millones de euros.
La nueva planta producirá las distintas unidades de almacenamiento de energía de la empresa - Powerwall, Powerpack y Megapack- pero estará especializada en la producción de las más grandes, las conocidas como Megapack y que Tesla usa desde hace años para aumentar la capacidad de las estaciones de recarga de sus coches eléctricos durante las vacaciones o desastres naturales.
Esta planta, que también es la primera de almacenamiento de energía de la compañía construida fuera de los Estados Unidos -allí, su gigafactoría de Nevada produce, además de coches eléctricos, también baterías-, comenzará su producción en masa a lo largo del primer trimestre del 2025, según confirmó Tesla a la agencia de noticias estatal de noticias china Xinhua.
La fábrica está diseñada para producir 10.000 unidades de Megapack anuales, lo que equivale a unos 40 GWh de capacidad de almacenamiento de energía, ya que cada Megapack puede almacenar más de 3 MWh de energía: una cantidad suficiente para alimentar aproximadamente hasta 3.600 hogares durante una hora.
En total, la capacidad energética producida anualmente por esta fábrica podría dar servicio a unas 50.000 viviendas en Shanghái durante un año.
Tesla ya ha conseguido, entre las empresas chinas, los primeros clientes interesados en las baterías producidas por esta nueva fábrica; pero ampliar su capacidad de producción de estas unidades de almacenamiento les permitirá, en los próximos años, ofertar estas baterías a menor coste en toda la zona de Asia Pacífico y desarrollar aún más esta área de negocio.