En octubre del año pasado, la Comisión Europea comenzó una investigación formal sobre las subvenciones que el Gobierno chino otorga a los fabricantes de coches eléctricos para determinar si representan una competencia desleal frente a las empresas europeas. Se estableció un plazo máximo de 13 meses para tomar una decisión final. En junio, la Comisión Europea presentó su propuesta y notificó las condiciones a las autoridades chinas y a los Estados miembros.
La medida se aplica a partir del 5 de julio, tras su publicación en el Diario Oficial de la UE, y funcionará como una ‘garantía’ establecida por cada Estado miembro, pero solo se hará efectiva si, en un plazo de cuatro meses, la UE decide imponer aranceles definitivos. Si en noviembre Bruselas decide que los aranceles deben ser definitivos, presentará una propuesta formal a los Estados, que podrán aprobar o rechazar la medida por mayoría cualificada. En caso de no alcanzar la mayoría necesaria, la Comisión Europea podrá imponer los aranceles de manera unilateral.
Tres marcas chinas anuncian que los aranceles no influirán en sus precios
Los directivos de BYD, Omoda y Jaecoo, estas dos últimas propiedad del Grupo Chery han anunciado que mantendrán sus precios a pesar del aumento de los aranceles que la Unión Europea para los vehículos eléctricos importados desde China.
"Nosotros no aumentamos los precios, pero en algún momento de la cadena se tendrá que absorber y al final es un coste adicional que hay que absorber, pero al cliente final, vamos a hacer todo el esfuerzo para que no se le aumente", ha asegurado el director regional para España de BYD, Jordi Cuesta, en la I Cumbre Hispano-China organizada por Faconauto en colaboración con la patronal china de concesionarios,
No obstante, ha añadido que el arancel del 17% fijado por la UE, sí afectará "de manera muy puntual" a su cadena de valor y de distribución. "Desde mi punto de vista, si el proyecto va enfocado a fomentar la industrialización a nivel local, perfecto, nosotros hemos sido los primeros en comprometernos a inversiones en el entorno europeo, pero para nosotros esto solamente redunda en el perjuicio al cliente, en el encarecimiento de la cadena de valor, que se tiene que acabar pagando, y eso, como decía, dificulta el acceso del cliente a la tecnología diversificada".
Por su parte, Francesco Colonnese, director de ventas de las marcas del grupo chino Chery que comercializa en España las marcas Omoda y Jaecoo y afectado por un arancel del 21%, ha asegurado que "cualquier cosa que pase... no puede ser el cliente el que vaya a pagar eso (…) De momento nosotros mantendremos los precios que ya enseñamos en el Madrid Car Experience en mayo. La idea es que no podemos permitir que algunas decisiones afecten el cliente final. Tenemos que favorecer a la adquisición de coches de este tipo",
Colonnese, que ha asegurado que con el mix de motores que tienen la decisión no les afecta tan directamente, se ha sumado a la idea de que la imposición de estos aranceles solo limita a los clientes europeos el acceso a tecnologías menos contaminantes.
Las marcas chinas también piden un escenario propicio para los coches eléctricos
Asimismo, los directivos se han referido al tema del desarrollo de la infraestructura de recarga y si eso afecta a las ventas de sus marcas. Colonnese ha dicho que si bien "existe una relación directa entre cuánta distribución de infraestructura de recarga eléctrica pública y privada existe y la venta de los coches eléctricos, también existen marcas que han conseguido resultados increíbles cuando todavía no estaban en buen estado".
"Tenemos que buscar la manera para que la innovación de los coches llegue a la gente y pierdan el miedo en convertirse en usuarios de coches eléctricos. No puede ser esta, entre comillas, una excusa", ha afirmado el directivo.
También ha añadido que desde las marcas tienen que analizar "cómo mejorar" el impulso a las ventas de estos vehículos. "Vendemos coches eléctricos y eso no es un producto de gasolina. Entonces también nosotros como marca tenemos que adaptarnos a dar experiencias nuevas y distintas al cliente", ha añadido.
Por su parte, Cuesta asegura que la adopción de vehículos eléctricos es un tema cultural y que deben ser los primeros clientes quienes "generen ese impulso y demanda para derribar las barreras actuales". También reconoció que aún hay mucho trabajo por hacer en términos de oferta y que, aunque el mercado sigue siendo minoritario, su marca tiene un gran potencial de crecimiento.
Y en ese sentido, pues bueno, hay que crear por parte de la oferta", ha indicado Cuesta al referirse a la entrada de BYD y de sus automóviles eléctricos a nuevos segmentos del mercado español.