El sueño de la mayoría de marcas es poder plantar cara de tú a tú al mercado eléctrico chino. El país oriental ha sabido llevar hasta otro nivel esta tecnología y es donde más modelos ‘cero emisiones’ se venden del mundo. Tanto es así que sus marcas ya se expanden por el resto del mundo y proclaman su fortaleza con una alta tecnología a un precio fuera de competencia.
En todo lo que gira en torno al coche eléctrico, China tiene mucho que decir. Desde los propios motores, hasta la tecnología de comunicación y pasando por los avances en materia de baterías. Sin embargo, existe un fabricante conocido por todos que cree que en los próximos años podrá hacer frente a China precisamente en este último campo mencionado: el de las baterías.
General Motors se ve capaz de vencer a China en este apartado
Concretamente ha sido el vicepresidente del Departamento de Baterías de General Motors, Kurt Kelty, quien ha expresado este optimismo durante la celebración del llamado ‘The Battery Show’, en Detroit. De forma específica, cree que General Motors y Estados Unidos puede llegar a liderar el sector de las baterías para coches eléctricos. Los motivos principales para ello sería la sólida base de clientes locales, la aplicación de políticas que incentiven el desarrollo y la producción de estos componentes dentro del territorio.
“Es una realidad simple y pragmática que el desarrollo de cualquier nueva tecnología se beneficia de la proximidad con los clientes. Hoy tenemos esos clientes. Ahora tenemos clientes aquí, en Estados Unidos, y tenemos políticas públicas que apoyan la fabricación de células aquí”, afirmó Kelty, tal y como mencionan en el medio Automotive News.
El responsable norteamericano aseguró que Estados Unidos tiene la capacidad potencial en todos los aspectos para poder plantar cara a China en este sector de cara a los próximos años. Esta hoja de ruta propuesta por Kelty, asegura, es muy similar a la que China ha llevado a cabo en las últimas dos décadas.
Según informan, General Motors comenzará a utilizar sus propias baterías de litio-ferrofosfato (LFP) en su cartera de productos de Norteamérica “en los próximos años”, sin especificar una fecha concreta. Esto hará que sus modelos crezcan en cuanto a competitividad con respecto a sus rivales más directos.
Por otro lado, la compañía espera reducir un importante coste en cuanto se inicie masivamente la producción local de estas celdas de baterías. Según prometen, las celdas que producirá General Motors costarán tan sólo 50 dólares por cada kW de capacidad. Esto ofrecerá al gran conglomerado americano una ventaja sustancial sobre sus rivales, ya que podrán vender sus coches eléctricos a un precio de partida mucho menor.
“Una vez que tengamos la fabricación de LFP en Estados Unidos y obtengamos la experiencia sobre cómo fabricarlo, podremos reducir los costes de LFP de manera similar a como lo han hecho las empresas asiáticas en el pasado”, afirmó Kelty. Pese a este proyecto tan ambicioso, desde la directiva de la compañía no han dado una fecha en la que prevén adelantar a China en este campo. No obstante, parece una ardua tarea nada sencilla y que se plantea como un proyecto a muy largo plazo.