El centro de las principales ciudades europeas empieza a estar restringido a los vehículos de combustión en mayor o menor medida, y poco a poco van surgiendo propuestas 100% eléctricas con las que se puede acceder a estas zonas 'cero emisiones'.
Pero los problemas de aparcamiento y la congestión del tráfico también son retos a suplir en el entorno urbano. De ahí que los microcoches sean una opción interesante para aquellos que renuncien a moverse en bicicleta o moto.
La solución a los retos de la movilidad urbana
Y es que se presentan con la comodidad de un coche, pero a tamaño reducido. Es el caso del Zigy, un concepto de microcar nacido de la mente del diseñador Andrea Mocellin y creado con la ayuda de la consultora de ingeniería Dexet Technologies.
Hablamos de un monoplaza de 1,95 metros de largo, 1,1 metros de ancho y 1,6 metros de alto, con una distancia entre ejes que se cifra en 1,59 metros. El peso del conjunto se queda en los 353 kilos, antes de acoplar el paquete de baterías, a lo que ayuda el uso de fibra de carbono reciclada y el chasis modular parcialmente hecho a base de termoplástico.
Prestaciones del microcar Zigy
Aunque no se especifique la capacidad que tiene, da para moverse por ciudad durante 160 kilómetros por cada carga. La batería alimenta a un motor 100% eléctrico de 16 CV de potencia nominal, a la vez que es capaz de ofrecer picos de potencia de hasta 28 CV.
El par máximo de la mecánica, por su parte, responde a 135 Nm, y la velocidad máxima es de 77 kilómetros/hora, lo quiere decir que podemos ponerlo al nivel de las prestaciones que daría una moto de 125 centímetros cúbicos. Lo cierto es que, llegada su homologación, entraría en la categoría L7e en Europa, que corresponde a cuadriciclos ligeros dentro de las características que anuncia.
Quiere decir que cuenta con las soluciones prácticas de un coche, pues a la evidente carrocería cerrada, se une la presencia de un maletero de 30 litros de volumen. Además, presume de un radio de giro de 7 metros, lo que permite moverse con soltura en ciudad.
El diseño del conjunto alude a un coeficiente de rozamiento de 0,35, que hace posible que se autoproclame como un 25% más eficiente que la competencia, aunque habría que ver las cifras reales una vez que se homologue.
Es un microcoche que nació pensando en la movilidad perfecta en una ciudad con calles estrechas como Londres, que se parece bastante a muchas localizaciones europeas, en las que encontrar aparcamiento es todo un logro. Las dimensiones del Zigy hacen que sea una tarea más fácil, por el pequeño espacio que ocupa el microcoche, menos aún aparcado en batería, donde el resto de vehículos aparcan en fila.
La intención de su creador, es que este pequeño vehículo se destine a la movilidad de particulares, a empresas de alquiler por minutos o incluso para el transporte de pequeñas mercancías.