Cuando un fabricante da con la tecla en cuanto al concepto de un modelo, lo normal es que al poco tiempo su maniobra se imite de manera casi descarada por sus competidores más directos. Volvo se tiró a la piscina con el lanzamiento del V60 D6 Cross Crountry Plug-In Hybrid, pues fue el primer coche en ofrecer una tecnología de este tipo cuando todavía apenas había modelos que la ofrecieran en el mercado.
Aunque no fue un éxito total, sí que disfrutó de unas ventas significativas de las que un fabricante europeo tomó nota para replicar eseta fórmula poco tiempo más tarde. Se trata de Peugeot, quien como Volvo puso en el mercado un coche del segmento D con carrocería familiar, recursos estéticos de SUV y un esquema híbrido cuyo corazón era un motor diésel: el Peugeot 508 RXH Full HYbrid4. La única diferencia significativa en las claves de cada uno reside en que el modelo sueco era enchufable y su batería, por ende, tenía mucha más capacidad, mientras que el fracés era un híbrido convencional.
Casi diez años después de su lanzamiento, la depreciación y el uso han hecho su trabajo y ahora se puede adquirir este modelo por un precio medio de unos 13.000 euros. Teniendo en cuenta su precio y que ofrece una potencia de 201 CV, un aprovechable maletero fácilmente accesible y de formas cúbicas con 400 litros de volumen y un consumo que en circunstancias reales puede ser de unos 5,5 litros, puede ser una gran alternativa a considerar por quienes no pueden o no están dispuestos o a desembolsar lo que a día de hoy cuesta un coche nuevo, ni mucho menos uno con estas características.
Cuando llegó al mercado, el 508 RXH Full HYbrid4 era un coche atípico. Todavía los híbridos no eran lo más común en las carreteras europeas, y a pesar de la existencia del V60 D4, uno con motor diésel lo era mucho menos.
También resulta muy llamativo que la fórmula mecánica que Peugeot ejecutó por entonces sea la que a día de hoy está teniendo más éxito y la que Stellantis no tiene en su gama. Y es que, el éxito de los coches híbridos convencionales de marcas como Kia, Hyundai, Renault o Toyota está marcando el devenir de la industria a corto plazo, y más tarde o más temprano el consorcio de marcas euroamericano tendrá que ofrecer híbridos convencionales en su gama además de los híbridos ligeros y enchufables.
Técnicamente el modelo hacía uso de un bloque de 2 litros turboalimentado de cuatro cilindros que entregaba por su propia cuenta 163 CV. Este bloque se usó en multitud de modelos de Ford, Peugeot y Citroën y dio muy buenos resultados al consorcio en términos de fiabilidad y consumos. Junto a este, un esquema de doble motor eléctrico, uno colocado en el eje delantero y otro en el trasero, otorgaban al 508 RXH Full HYbrid4 tracción total. La potencia de estos propulsores era de 11 y 37 CV, respectivamente, y trabajaban en conjunto con una batería de 1,1 kWh de capacidad y 201 V de tensión nominal.
Lo anterior llevaba a esta versión híbrida del 508 a lograr un consumo homologado de 4,1 litros (poco realistas, ya que aún se regían los fabricantes por el ciclo NEDC) y un 0 a 100 en 9,8 segundos con una velocidad máxima de 213 kilómetros por hora.
Dada la naturaleza de su condución (turismo grande de consumos bajos y potente motor diésel), se trata de un coche que se ha usado para recorrer grandes distancias. Por esto mismo no es posible encontrar en el momento de redactar estas líneas unidades con un bajo recorrido a sus espaldas. Las más recomensables son las de menor uso, que anuncian entre 110.000 y 150.000 kilómetros.
También hay unidades relativas a la primera versión del modelo, lanzada en 2013, pero las primeras versiones de coches tan innovadores como el 508 RXX híbrido son potencialmente más problemáticas que las segundas versiones a largo plazo, ya que se suelen arreglar los inconvenientes presentados por las primeras iteraciones en refresco de media vida.
Se ha de señalar que aunque no tiene males endémicos que vigilar, no se trata de un coche tan extremadamente fiable como los híbridos de Toyota. Por esto mismo es recomendable optar por una unidad comercializada por un profesional, para así disfrutar de al menos un año de garantía y con ello prevenir posibles averías.