2020 estaba llamado a ser el año del coche eléctrico en Europa. Con la entrada en vigor de la normativa europea de emisiones de CO₂, sumado al importante aumento de la oferta de modelos por parte de los fabricantes, se esperaba un crecimiento notable en las ventas de vehículos electrificados. Y aunque este crecimiento se ha visto eclipsado por la pandemia, lo cierto es que no ha decepcionado.
La normativa europea de emisiones de CO₂ obliga a los fabricantes a reducir la media de emisiones de su flota de vehículos vendidos por debajo de los 95 gramos de CO₂ por kilómetro. Para este año 2020, la normativa debe aplicarse solo al 95% de los vehículos vendidos, quedando un 5% que no contabiliza para las estadísticas y que permite a las marcas seguir vendiendo vehículos con grandes potencias y cilindradas.
Además, también hay otras exenciones y flexibilidades para hacer que el cumplimiento sea más sencillo: las ventas de 100% eléctricos e híbridos enchufables contabilizan como el doble, se premian las “eco-innovaciones” (como por ejemplo el uso de luces LED), etc. Un hallazgo reseñable del estudio de Transport & Environment es que la mitad de la reducción de emisiones a realizar para alcanzar el objetivo de CO₂ en 2020 podrá alcanzarse solo con el uso de estos mecanismos de flexibilidad.
De cara a 2021, el 100% de los vehículos vendidos por las marcas contabilizará para la media de los 95 gCO₂ /km, y se irán eliminando o endureciendo algunas de las exenciones mencionadas, lo que complicará paulatinamente el cumplimiento de la norma y provocará la necesidad de mayores ventas de vehículos eléctricos.
Caída drástica de las emisiones de CO₂ de los coches en la primera mitad de 2020
Con los datos en la mano, la normativa de emisiones ha demostrado ser una política eficaz para aumentar las ventas de coches eléctricos. De hecho, las ventas de vehículos eléctricos (incluidos híbridos enchufables) en el primer semestre de 2020 han alcanzado una cuota de mercado del 8 % en el Espacio Económico Europeo (la Europa de los 27, Reino Unido, Noruega, Islandia y Liechtenstein). Esto supone más del triple de la cuota registrada en la primera mitad de 2019, cuando se quedó en un modesto 3%.
Así, el incremento de las ventas de coches eléctricos ha dado lugar a una importante disminución de la media de emisiones de CO₂ de vehículos nuevos. De los niveles de 122 g/km en 2019, las emisiones de CO₂ de los vehículos se han reducido a 111 g/km en el primer semestre de 2020.
Aunque pueda parecer que la cifra está todavía lejos de los 95 g/km, lo cierto es que algunos fabricantes ya han alcanzado sus objetivos de CO₂ para 2020, mientras que gran parte están muy cerca de cumplir los suyos como se puede comprobar en el siguiente gráfico.
Teniendo en cuenta las ventas hasta el 1 de julio (primera mitad del año), el Grupo PSA, Volvo, FCA-Tesla y el Grupo BMW ya cumplen con la normativa, mientras que Renault, Nissan, la alianza Toyota-Mazda y Ford estarían a tan sólo 2 gCO₂ /km de diferencia.
Por su parte, los fabricantes que más lejos se encuentran de sus objetivos son Daimler y Jaguar-Land Rover, con un déficit de 9 g/km y 13 g/km respectivamente. En una posición intermedia se encuentra el Grupo Volkswagen con 5 g/km de déficit, junto con Hyundai y Kia con 7 g/km y 3 g/km de déficit respectivamente.
La mayoría de los fabricantes cerrará 2020 con una cuota de ventas de vehículos eléctricos superior al 10%
Con los datos del primer semestre en la mano, algunos fabricantes están alcanzando niveles de ventas de vehículos eléctricos nunca vistos anteriormente: Volvo alcanza el 23%, BMW el 13%, Hyundai-Kia el 11% y Renault el 8%, entre otros.
De cara al cierre de 2020 y suponiendo que los fabricantes cumplan la totalidad de los objetivos, las previsiones de T&E apuntan a que la mayoría tendrán cuotas de mercado de vehículos eléctricos que oscilarán entre el 10% y el 14% Las excepciones serán Volvo (26%) y FCA-Tesla (16%) por encima, y PSA (6%), Ford (4%) y Toyota-Mazda (1-2%) por debajo.
A pesar de la crisis de la COVID-19, se espera que el número total de automóviles eléctricos vendidos en Europa se duplique, pasando de medio millón en 2019 a un millón en 2020. De esta forma, y siempre según las previsiones, la cuota de vehículos eléctricos vendidos en Europa alcanzaría el 10% a finales de este año.
Entre los modelos más destacados que están ayudando a los fabricantes a cumplir con los objetivos está el Renault ZOE, un viejo conocido que gracias a las continuas actualizaciones continúa manteniendo unos niveles de ventas destacables. De hecho, el Zoe por sí solo reducirá los niveles de CO₂ en 15 g/km en 2020, permitiendo así a Renault superar su objetivo en un 13% (12 g/km).
Del mismo modo, Volkswagen tiene muchas de sus esperanzas puestas en los vehículos basados en la plataforma MEB en general y en el ID.3 en particular, que se prevé que reduzcan las emisiones medias en 6 gCO₂/km en 2020 y 11 gCO₂/km en 2021. Hay que recordar que durante el primer trimestre de 2020 no se ha entregado un solo ID.3, por lo que todavía no han contribuido a la reducción de la media.
Mención aparte merece la alianza Toyota-Mazda, quien consigue cumplir el objetivo de 2020 sin apenas ventas de coches eléctricos, recurriendo en su lugar a la estrategia de hibridación de sus modelos convencionales. Por otro lado, Volvo consigue grandes resultados gracias a su apuesta por los híbridos enchufables, mientras que el Grupo FCA lo hace gracias a su acuerdo con Tesla. Destaca en cabeza el grupo PSA que con su plataforma e-CMP está obteniendo muy buenos resultados.
Más allá de 2021 hay peligro de estancamiento en las ventas de vehículos eléctricos
A pesar de que en términos generales los datos son buenos, las cifras ocultan algunos datos reseñables y que no son positivos de cara a la reducción de emisiones de CO₂. Sin ir más lejos, el “boom” de los vehículos SUV continúa en auge, con una cuota de mercado del 39% según los datos del primer semestre. Unos vehículos que, debido a su mayor peso y peor aerodinámica, tienen un mayor consumo de combustible y por consiguiente emiten más cantidad de CO₂.
Por otro lado, es importante remarcar que la mitad de las ventas de vehículos eléctricos corresponden a modelos híbridos enchufables, que aunque computan como cero emisiones, en realidad no lo son. De hecho, su eficacia depende en gran medida de la responsabilidad individual de los usuarios, y según un estudio del ICCT en condiciones reales emiten de 2 a 4 veces más CO₂ de lo que se recoge en las pruebas de laboratorio.
De cara a 2021 las previsiones de ventas siguen siendo buenas y apuntan a una cuota de mercado del 15%, lo que supondría un volumen de 1,8 millones de unidades. Sin embargo, desde T&E apuntan que existe un riesgo real de que las ventas de coches eléctricos se estanquen a lo largo de la década de 2020. Y es que, según sus datos, el mercado europeo de vehículo eléctrico sólo crecerá un 7% entre 2021 y 2025 y un 9% anual en 2030 con la normativa actual, frente al incremento de más del doble al año en 2019-2021.
Desde T&E consideran que, teniendo en cuenta que se espera que los coches eléctricos alcancen la paridad de precios con los coches diésel y de gasolina poco después de 2022, el crecimiento debe acelerarse mucho más de lo estipulado en las normativas actuales, con el objetivo de vender el último automóvil con motor de combustión en 2035 y alcanzar así el objetivo de cero emisiones en 2050. Para ello, ven necesaria una revisión de la normativa de emisiones de CO₂ que establezca objetivos anuales más ambiciosos a partir de 2025.