Una de las grandes preocupaciones de los fabricantes y de los usuarios de los coches eléctricos es la seguridad de las baterías. El sistema de gestión térmica se encarga de disipar el calor generado en ella, manteniendo su temperatura en un rango óptimo que garantice su seguridad y su rendimiento. Las altas temperaturas, que se dan sobre todo cuando se cargan a alta potencia, pueden provocar lo que se conoce como fuga térmica. Se trata de un problema de seguridad clave en los vehículos eléctricos, puesto que puede llegar a provocar incendios con consecuencias catastróficas.
Este aspecto es, precisamente, el que ha querido resaltar Svolt Energy con la presentación en el Salón del Automóvil de Shanghái de su nueva batería Dragon Armor. Si bien el fabricante chino ya la dio a conocer el año pasado durante su ‘Día de la Batería’ celebrado el 15 de diciembre en Changzhou, provincia de Jiangsu, donde tiene su sede, ha sido en este evento tan importante en su país en el que ha hecho su debut oficial.
Para mostrar sus cualidades, mostró en un vídeo una prueba de calentamiento en la que desencadenaba la fuga térmica de una celda situada en el medio del paquete. Sin embargo, esta nueva batería demuestra que es capaz de detener el efecto habitual que tendría lugar en otro tipo de baterías: la fuga no se propagó al resto del paquete.
En comparación con una batería compuesta por celdas cilíndricas, con alto contenido de níquel de la serie 46 de Svolt, la batería Dragon Armor tiene un 5% más de capacidad en la solución de carga rápida 2C, según anuncia el fabricante. Con la solución de carga rápida 4C esta batería aumenta la capacidad hasta un 32%. El parámetro C se corresponde con el multiplicador de carga de la batería.
La alta integración del diseño de Dragon Armor Battery reduce el tamaño y el peso, lo que recorta de forma efectiva el coste de producción, según indica Svolt Energy. Además, la batería es compatible con una amplia gama de productos químicos lo que quiere decir que no está sujeta a una arquitectura química fija, sino que puede adecuarse a las necesidades de cada cliente.
Para los fabricantes de vehículos, esta gran compatibilidad permite acortar el ciclo de desarrollo de sus nuevos coches eléctricos, además de aumentar la versatilidad de las opciones de batería para diferenciar variantes de diferente precio. Esta propiedad se traduce también en una ventaja para los usuarios porque repercute directamente en el precio de venta.
Según Svolt, ya ha recibido múltiples pedidos para las baterías Dragon Armor por parte de varios de sus clientes, aunque, por ahora, no ha revelado sus nombres.
El secreto de las baterías Dragon Armor
Al igual que ocurre con las Blade Battery de BYD y las Qilin Battery de CATL, la innovación que hay tras la Dragon Armor de Svolt Energy está en la estructura del paquete de baterías, lo que no afecta a la química del cátodo. Es decir, admite diferentes composiciones manteniendo las propiedades de seguridad y capacidad de carga.
Así, el sistema Dragon Armor Battery con celdas de litio ferrofosfato (LFP) mejora la eficiencia del paquete volumétrico un 76% y puede llegar a ofrecer una autonomía del más de 800 km. En el caso de las baterías de hierro y níquel con alto contenido en manganeso alcanzan los 900 km y en las ternarias ricas en níquel, con manganeso y cobalto (NCM), pueden llegar a los 1.000 kilómetros.
Según indicó el presidente y director ejecutivo de Svolt Energy, Yang Hongxin, en el evento celebrado el Día de la batería, la Dragon Armor llegará a los modelos de producción en 2023. Los primeros en implementarla serán un SUV y un cupé que serán presentados en octubre.
