Lo que antes era la excepción hoy se está convirtiendo en la norma. El panorama automovilístico internacional ha cambiado mucho en apenas unos años. La industria china ha crecido y ya controla el mercado eléctrico mundial. Hoy, su tecnología tiene cabida en muchos coches europeos, pero, por lo que parece, esto sólo es la punta del iceberg. En los próximos años, veremos productos europeos desarrollados a partir de sistemas chinos. Nissan también se sumará a esa particular tendencia, pero en este caso se limitará a una de sus submarcas.
Venucia nació en 2010 como una marca de la alianza Dongfeng Nissan, que, a su vez, fue una joint venture para expandir las actividades de la firma japonesa en suelo chino. Durante estos años, la marca ha presentado una evolución bastante positiva, aunque sin llegar a ofrecer el mismo nivel de ventas que otras marcas locales. Ante esta situación, Nissan quiere que su submarca lance el vuelo definitivamente y plantea el uso de tecnologías propias de Dongfeng como la plataforma eléctrica, para así avanzar más deprisa. No es la primera compañía que lo hace.
A finales del año pasado, Venucia anunció su intención de lanzar coches de nueva energía (NEV). En China, esta denominación hace referencia a vehículos eléctricos o híbridos enchufables. Los planes de la compañía pasan por lanzar, al menos, dos modelos nuevos cada año hasta acumular más de medio millón de unidades vendidas al año en suelo asiático. De esta manera ambas compañías, Dongfeng y Nissan, aspiran a lanzar definitivamente la marca, aunque saben que no lo tendrán nada fácil teniendo en cuenta el rápido crecimiento del mercado chino.
Resulta curioso cómo ha cambiado el panorama en apenas unos años. En su momento, Nissan fue uno de los grandes precursores de la movilidad eléctrica, antes que Tesla. El Nissan LEAF fue en su día un eléctrico de masas, convirtiéndose en el EV más vendido del mundo, aunque también influyó la ausencia de rivales poderosos. Hoy, Nissan acumula una estrategia electrificada, cuanto menos, rezagada, al igual que el resto de marcas japonesas. En Europa, están teniendo serias dificultades para implantar sus nuevos modelos como el Nissan Ariya. Los japoneses esperan revolucionar el mercado a partir de 2028 con la introducción de baterías de estado sólido.
Nissan no es la única en vivir esta situación. En los últimos meses hemos conocido casos similares de otros grandes fabricantes. Volkswagen ha sido más expeditiva en sus acciones. En el pasado mes de julio adquirió parte de la compañía XPeng para así poder acceder a su tecnología. 700 millones de dólares por el 4,99% de la empresa. Gracias al acuerdo, los alemanes podrán emplear la plataforma y gran parte de las tecnologías desarrolladas por XPeng para su gama de coches eléctricos en China, aunque no se ha descartado por completo que algunos de esos modelos acaben llegando al mercado europeo. Algo que supondría toda una revolución.