Dicen que las comparativas son odiosas, pero también inevitables. El hecho de que una marca como Tesla haya alcanzado el estatus y el éxito no quiere decir que sea justo que otros fabricantes se comparen con ella. Polestar está dando los pasos correctos, los plazos son los debidos y la estrategia parece acertada. El objetivo de los suecos, ahora bajo el control del Grupo Geely, no es otro que ser uno de los mayores fabricantes de coches eléctricos del mundo. Es el mismo sueño que tienen todas las marcas, pero en Polestar aseguran que tomarán un camino diferente.
Cuando sale al mercado un nuevo coche es imposible no compararlo con cualquier Tesla correspondiente. La marca de Elon Musk ha establecido los índices de referencia con los que compararse. Autonomía, precio y rendimiento son sus mayores cualidades. Aunque muchos se empeñan en situarla como una firma prémium, la verdad es que no lo son ni por calidades ni por acabados ni, cada vez más, por precios. Polestar nació como una división de Volvo, una verdadera marca prémium, y de ahí que sus coches tengan la misma consideración. Gregor Hembrough, director de Polestar en Estados Unidos, ha dejado muy clara la intención de la compañía durante una entrevista recogida por Carscoops.
Lo primero que ha hecho Hembrough ha sido reconocer a Polestar como una empresa nueva con 97 años. Los suecos quieren aprovecharse de su nombre y su herencia con productos frescos y novedosos. El Polestar 2 ha recibido muy buenas críticas en todo el mundo. Su constante evolución le ha permitido incluso superar en autonomía al Model 3. Tal y como ha reconocido el responsable de la empresa: “se está labrando un nicho que es distinto de las huellas dejadas por Tesla. Su planteamiento es ofrecer una visión eléctrica alternativa, sin ser necesariamente "anti-Tesla".
El trabajo es bastante complicado porque hoy la compañía de Elon Musk es la referencia en el mercado eléctrico. No seguir las líneas de otros rivales puede aislar a la compañía sueca. Su CEO, Thomas Ingenlath, ha dejado bien claro que no quiere entrar en disputas o juegos innecesarios. "Hemos dicho muy claramente que no entraremos en una guerra de precios para lograr objetivos de volumen". Desde principios de año, Tesla ha recortado drásticamente las tarifas de sus coches, lo que ha supuesto toda una cascada de descuentos en la industria. Aunque no todos, como Polestar, han seguido la tendencia.
El objetivo es mantenerse firme en el segmento prémium donde ya figuran otras marcas reconocidas como BMW, Audi o Mercedes, entre otras. Los próximos lanzamientos van más en consonancia con esta estrategia. El Polestar 3 ha sido el último miembro de la familia en llegar al mercado. Un Volvo EX90 recarrozado con un precio de salida de 92.900 euros para el mercado español. Además de unas excelentes condiciones eléctricas, hasta 610 kilómetros de autonomía, el Polestar 3 ofrece todos los lujos y calidades que se podrían esperar de un modelo sueco. La comparación con el Model X es recurrente, aunque ya sabemos que Polestar no quiere jugar a ese juego.