Para comprender las ventajas de los vehículos eléctricos frente a otras tecnologías en términos de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), es esencial llevar a cabo una evaluación detallada de las emisiones durante todo el ciclo de vida del vehículo. El informe realizado en Estados Unidos por el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) incluye las emisiones provocadas por la fabricación de la batería y del vehículo, la producción de las materias primas y el combustible y el uso y su eliminación al final de su vida útil.
Se estiman las emisiones del ciclo de vida de los cuatro sistemas de propulsión más comunes: motor de combustión interna (ICE), híbridos completos, no enchufables (HEV), híbridos enchufables (PHEV) y 100% eléctricos (BEV). El análisis se basa en las especificaciones de un vehículo promedio en el año 2024 y los proyectados para el año modelo 2030.
Los resultados muestran la realidad de los coches híbridos
El informe de ICCT actualiza el ya realizado en 2021 que concluía que, en ese momento, las “emisiones a lo largo de la vida útil de los vehículos eléctricos ya son más bajas que las de un automóvil de gasolina comparable tanto en Europa, Estados Unidos, China e India”.
Determinaba que, dependiendo del mix energético de la red eléctrica, las emisiones de los coches eléctricos de tamaño mediano vendidos en los Estados Unidos en 2021 eran entre un 57% y un 68% menores en comparación con los vehículos de motor de combustión interna.
El análisis final de los resultados del nuevo documento concluye que los vehículos eléctricos de batería tienen las emisiones de GEI más bajas en su ciclo de vida entre todos los sistemas de propulsión y formatos, es decir, tanto para vehículos tipo berlina (maletero exterior al habitáculo), hatchback (maletero integrado en la cabina) como para los de tipología SUV.
La ventaja de los vehículos 100% eléctricos aumenta en comparación con 2021, reduciendo las emisiones respecto a los motores de combustión entre un 66% y un 70%. En el caso de los SUV, la tipología más demandada, la reducción es superior, entre un 71% y un 74%. En el caso de una red alimentada por energía 100% renovable aumentaría hasta el 85%.
Entrando en el detalle, los sedanes y SUV híbridos enchufables del 2024 emiten aproximadamente el doble de GEI que los vehículos eléctricos alimentados únicamente por baterías, aunque en este caso hay que tener en cuenta que el estudio utiliza el mix energético promedio de EE.UU y el previsto para 2030.
El estudio también estima que, durante todo su ciclo de vida, los vehículos híbridos no enchufables de 2024 emitirán 2,2 veces más de GEI en los de tipología sedán y 2,5 veces en los SUV que los vehículos eléctricos de batería.
Los vehículos propulsados por un motor de combustión interna convencional pueden emitir hasta 3,5 veces más cuando se trata de un SUV que los de batería. La mayores diferencias de emisiones de GEI se producen cuando se comparan los coches 100% eléctricos alimentados por electricidad renovable y los SUV híbridos enchufables, ya que en estos es hasta 4,9 veces superior. Una distancia que se multiplica por 6,7 en los SUV con motor de combustión convencional.
En 2030, y teniendo cuenta la previsión de ventas y las especificaciones medias de los vehículos nuevos anunciados por los fabricantes, los beneficios relativos de los vehículos eléctricos de batería son aún mayores.
Los SUV con motor de combustión interna convencionales emiten hasta 7,5 veces más GEI durante su ciclo de vida que los vehículos 100% eléctricos alimentados con electricidad 100% renovable.
Aunque los PHEV y los HEV tienen una huella de GEI menor que los vehículos con motor de combustión interna, su potencial de reducción de emisiones es más limitado en comparación con los vehículos eléctricos de batería, que no solo ofrecen una reducción de emisiones locales, sino también a lo largo de toda la vida útil.