Para los aficionados a la aviación, el nombre Rafale resulta familiar. El Dassault Rafale es un caza moderno (4,5ª generación) de fabricación francesa comparable en cierto modo al Eurofighter Typhoon. Y los amantes incondicionales del mundo aeronáutico recordarán otro avión con ese nombre: el Caudron Rafale de principios de los 30. Aquel avión batió récords de velocidad en su época, ¿pero qué hacemos hablando de aviones en un medio de coches?
La respuesta a esa pregunta tiene que ver con el nuevo SUV híbrido de Renault, que es el buque insignia de la marca y se llama Renault Rafale en honor al avión de carreras de los años 30. ¿Por qué Renault ha elegido este nombre? Porque aquel avión de competición que consiguió alcanzar una velocidad de 445 km/h en el año 1934 llevaba motor Renault y, además, representaba la aviación deportiva en la época. Un símbolo de poderío, estatus y deportividad que se traslada al nuevo buque insignia de la marca francesa. Avión que, por cierto, pudimos ver y tocar durante la presentación del coche.
El nuevo Rafale E-Tech es el coche más grande de la marca del rombo, un SUV coupé del segmento D con el que Renault quiere volver a competir en una categoría normalmente reservada a marcas premium alemanas (Audi, BMW, Mercedes), japonesas (Lexus) o británicas (Land Rover). Es un nicho de mercado donde otras marcas que no sean estas han sufrido bastante o directamente han fracasado.
Con el Rafale estamos, pues, ante un coche grande: mide 4,71 metros de largo por 1,87 de ancho y 1,61 de alto. Tiene la misma distancia entre ejes que un Espace (2,74 m), pero su mayor ancho de vías y una puesta a punto más firme le hacen un coche ágil y sorprendentemente rápido en curvas, como veremos más adelante.
En su diseño hay varias características importantes a tener en cuenta, empezando por la carrocería tipo SUV coupé y siguiendo por la nueva filosofía de diseño de la marca. La parrilla frontal de Rafale está formada por pequeños rombos que organizan el espacio en 3D alrededor del emblema central. Según la versión, la parrilla puede tener el fondo azul o gris pizarra y ese patrón de pequeños rombos aparece o desaparece a la vista según el ángulo de visión.
También estrena una nueva firma lumínica para la marca, tanto delante como detrás. En la parte trasera, las luces están muy separadas para reforzar la sensación de anchura del vehículo e imponer más presencia a nivel visual. Las formas de los pilotos se inspiran, según cuenta Renault, en el juego gráfico chino del tangram (un cuadrado cortado en 7 piezas). Tienen animación dinámica cuando están encendidos y muestran un efecto visual de "carámbanos flotantes" cuando están apagados.
Buenos acabados interiores y quizá el mejor sistema multimedia del mercado
A grandes rasgos, el habitáculo del Rafale es muy similar al del Austral y el Espace. El salpicadero está presidido por una pantalla táctil vertical de 12,3 pulgadas, acompañada por un cuadro de instrumentos digital con pantalla horizontal de 12 pulgadas. La consola central tiene también la misma disposición, con un reposabrazos bajo el cual hay una guantera y un reposamanos que parece una palanca de cambio pero es sólo eso, un reposamanos que sirve también para abrir el cajón que hay debajo. Justo al lado de esta pieza va colocado el cargador inalámbrico para móviles.
A todo eso hay que añadir un Head-up Display de 9,3 pulgadas que muestra la velocidad del vehículo, las ayudas a la conducción activadas, la alerta de exceso de velocidad y la información de navegación. Y es que, en cuanto a tecnología y multimedia, el Rafale puede presumir de las grandes virtudes de su sistema multimedia openR link basado en Android, uno de los mejores sistemas de infoentretenimiento del mercado actualmente -quizá el mejor en algunos aspectos-.
Hay algunas novedades en cuanto a diseño y materiales, como la incorporación de nuevas molduras y el uso de pizarra y corcho tintado, materiales sostenibles ambos. El Rafale es el primer coche de producción en utilizar estos materiales. También lleva unos nuevos asientos deportivos, específicos de este modelo, con tapicería mixta en símil de piel y Alcantara. El respaldo es ancho incluso para gente corpulenta como un servidor, pero sujetan bien el cuerpo. La banqueta puede quedarse un pelín corta para las piernas, al menos para quien mida más de 1,80.
Como el Austral y el Espace, el Rafale es un coche con buenos acabados en general y unos ajustes que transmiten sensación de robustez y buena construcción. Tiene zonas suaves/mullidas en las zonas superiores, molduras de varios materiales y un diseño trabajado, con plásticos duros en las zonas bajas de las puertas. Un detalle curioso es que, en el acabado esprit Alpine, los huecos de las puertas son de color azul.
Lleva el sistema multimedia openR link que ya hemos probado en varias ocasiones (es el mismo que llevan el Megane eléctrico, el Austral y el Espace) y que, a nuestro parecer, es uno de los mejores sistemas de infoentretenimiento del mercado actualmente. Utiliza el sistema operativo Android Automotive, lleva servicios de Google integrados (el navegador del coche es Google Maps), es intuitivo y fácil de usar y funciona con fluidez. En el Rafale se han añadido algunos gráficos y menús nuevos, aunque esencialmente es idéntico.
En las plazas traseras hay mucho espacio para las piernas. Un servidor mide 1,83 m de estatura y, con los asientos delanteros en mi posición ideal, detrás tengo mucho espacio para las piernas y los pies. Pese a la curvatura del techo en la parte trasera, entrar y salir de las plazas traseras me ha parecido cómodo. Por cierto, el Rafale puede equipar el techo panorámico Solarbay, un enorme cristal bastante llamativo que se vuelve transparente, translúcido u opaco por la acción de campos eléctricos. Aun así, y aunque en el modo opaco filtra bastante la radiación, sería interesante tener una cortinilla de tela que lo cubriera por completo cuando nos va dando el sol justo desde arriba.
En carretera va mejor de lo que imaginas en un SUV (a costa de cierto confort)
Llegamos al meollo del asunto, a la razón principal por la que hemos venido hasta Sevilla: conducir el coche y contaros mis impresiones. Antes de llegar a ese punto, hagamos una brevísima introducción teórica. El Rafale utiliza la plataforma modular CMF-CD, la misma que usan el Austral y el Espace, pero tiene una puesta a punto más deportiva que estos. Es también la misma plataforma que usan el Nissan Qashqai y el X-Trail.
Bajo su carrocería esconde un sistema híbrido en serie-paralelo con 200 CV de potencia máxima total, sistema que está compuesto por un motor 1.2 de gasolina, tricilíndrico y turboalimentado, que produce 130 CV (96 kW) y 205 Nm de par, dos motores eléctricos de 68 y 25 CV de potencia respectivamente y una batería de alta tensión con 2 kWh de capacidad. Es un sistema híbrido no enchufable, por lo que su batería se va recargando durante la conducción al levantar el pie del acelerador o al frenar. No entraremos en los detalles técnicos de su funcionamiento, pues es idéntico a los últimos Renault E-Tech híbridos que hemos probado y explicado con anterioridad.
Nos ponemos en marcha y la ruta nos lleva por una zona de carreteras con curvas bastante interesantes. El Rafale E-Tech sorprende para bien en este escenario. Aunque utiliza la misma plataforma que el Austral y el Espace, el chasis es más ágil, responde mejor a lo que el conductor quiere hacer y la carrocería balancea menos. De hecho, balancea muy poco y consigue ir bastante plano.
Esto se ha buscado a conciencia: Renault ha querido imprimir una conducción más deportiva al Rafale, que tiene una puesta a punto diferente en los muelles, los amortiguadores y las barras estabilizadoras en comparación con el Austral. También tiene una dirección más directa (relación de desmultiplicación 13:1) y un ancho de vías notablemente mayor (+103 mm delante y +128 mm detrás). También son algo más anchos los neumáticos, con medidas 245/45 R20.
Toda esa teoría se traduce en la práctica en un coche sorprendentemente ágil para ser un SUV de 4,71 metros de longitud, de hecho podemos hablar de uno de los SUV con mejor dinámica de conducción en este rango de precios. No aparenta pesar 136 kilos más que un Austral con la misma motorización (este marca 1.728 kilos en la báscula) y se puede llevar una velocidad alta con total confianza en tramos de curvas. Además de unas suspensiones que controlan mejor la carrocería, aquí tiene mucho que decir el sistema 4Control Advanced, que gira las ruedas traseras hasta 5 grados para reducir virtualmente la batalla y ofrecer un mejor paso por curva. A baja velocidad, por debajo de 50 km/h, las ruedas giran en sentido contrario para facilitar las maniobras.
Esa puesta a punto más deportiva tiene un precio: la suspensión es relativamente dura para lo que suele ser habitual en este tipo de SUVs. Se nota especialmente en resaltes, badenes y baches de alta frecuencia en general, donde el coche rebota de manera un poco seca. No llega a resultar incómodo, pero debes tenerlo en cuenta. En este sentido, Austral y Espace son más confortables para viajar.
Tu bolsillo agradecerá esto: el Rafale gasta poca gasolina
Próximamente habrá una versión híbrida enchufable de 300 caballos y tracción 4x4, pero nosotros hemos probado la de 200 caballos y tracción delantera. No anda escaso de potencia, pero el sistema híbrido tiene un comportamiento mejorable en carretera. Resulta que hay dos vacíos de potencia a unos 80-85 km/h y a unos 115-120 km/h, cuando la transmisión multimodo hace sendos cambios de marcha. Imagina que vas conduciendo pisando el acelerador de manera regular y sostenida: cuando alcanzas esas velocidades, hay un lapso de tiempo importante para que la caja cambie a la siguiente marcha. Da la impresión de que el coche se ha quedado sin potencia repentinamente y para solucionarlo pisas a fondo instintivamente, aunque se recupera pronto. En cuanto a prestaciones puras y duras, declara un 0-100 km/h en 8,9 segundos y una recuperación 80-120 km/h en 5,6 segundos.
Eso sí, el sistema híbrido tiene la virtud de gastar poco combustible en cualquier situación y especialmente cuando hacemos una conducción normal. Aunque nuestros resultados no son del todo representativos debido a la escasa duración de la prueba y el tipo de conducción, en el tramo que condujimos a mayor ritmo (un ritmo alegre y conducción deportiva) el consumo fue de 7,8 l/100 km. Con un ritmo más tranquilo, más parecido al cotidiano normal y combinando ciudad y carretera, se puede conformar con poco más de 6 litros a los 100 km. No obstante, sacaremos conclusiones más precisas en cuanto a consumos cuando podamos hacer una prueba larga.
Gama y precios Renault Rafale E-Tech 2024
El Rafale se comercializa con dos niveles de equipamiento: techno y esprit Alpine. De momento, solamente con la motorización híbrida normal de 200 CV. Más adelante se añadirá una versión híbrida enchufable con 300 caballos y tracción en las cuatro ruedas. Todos se fabrican en España, por cierto.
Para la versión que hemos probado ahora, la híbrida full hybrid, el precio parte desde 43.100 euros sin descuentos (y desde 41.820 euros con promociones). Además, a través del crédito multiopción Preference, la versión techno se ofrece con una cuota de 349 euros al mes.
- Rafale techno E-Tech 200 CV: 43.100 €
- Rafale esprit Alpine E-Tech 200 CV: 47.600 €
El Rafale E-Tech híbrido está disponible en cinco colores de carrocería: rojo deseo, negro brillante, gris pizarra satinado, blanco satinado nacarado y azul cumbre. Los dos últimos son nuevos en la marca. Por otro lado, la versión E-Tech híbrida enchufable de 300 CV Atelier Alpine estrenará la pintura Azul cumbre satinado, exclusiva de esta versión.
¿Cuánto cuestan sus rivales?
Si lo comparamos con posibles rivales, el Rafale tiene un precio muy interesante. Los únicos SUV coupé de tamaño similar (rondando los 4,7 metros) son de marcas premium alemanas: el Audi Q5 Sportback, el BMW X4 y el Mercedes-Benz GLC Coupé. El Audi arranca en 60.030 euros, el BMW en 60.600 y el Mercedes cuesta 65.204 euros como mínimo. Hablamos de unos 18.000 euros de diferencia, como mínimo.
Las alternativas entre los modelos de corte más generalista son el Volkswagen Tiguan, el Alfa Romeo Tonale, el Peugeot 3008 o el DS 7. Todos ellos están por debajo de los 4,6 metros de longitud y, con una motorización lo más parecida posible, son más caros que el Rafale. También podríamos considerar el Cupra Formentor por filosofía de SUV 'deportivo', aunque es notablemente más pequeño que el Rafale. A continuación detallamos los precios de algunos posibles rivales:
- Peugeot 3008 Allure Plug-in Hybrid (195 CV): 43.860 €
- Volkswagen Tiguan 'Más' 1.5 eTSI (150 CV): 44.495 €
- Alfa Romeo Tonale Veloce 1.5 Hybrid (160 CV): 48.071 €
- DS 7 Bastille E-Tense 225 (224 CV): 48.443 €
