La llegada de Donald Trump y sus aranceles ponen en peligro a tres grandes marcas europeas

El regreso de Donald Trump al Despacho Oval supondrá un nuevo cambio en la estrategia de movilidad en Estados Unidos. Varias compañías europeas se verán afectadas por la política.

En sus primeros días como presidente, Donald Trump ha resquebrajado las políticas de electrificación.
En sus primeros días como presidente, Donald Trump ha resquebrajado las políticas de electrificación.
28/01/2025 11:00
Actualizado a 28/01/2025 11:00

Ya sea en Europa o en Estados Unidos la situación del mercado automovilístico es, cuanto menos, comprometida. Las agendas y las políticas chocan con la realidad. En 2024 se vendieron menos coches eléctricos que en el año anterior (en la UE y en EE.UU). Los plazos no se están cumpliendo y mientras que Europa mantiene el pulso, en Estados Unidos la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca supone un nuevo cambio de rumbo. El presidente republicano se ha propuesto derribar las leyes de la anterior administración. Erradicará las subvenciones públicas y pretende sumar aranceles a fabricantes extranjeros. Hay tres marcas europeas que se verán muy afectadas.

Las políticas comerciales de la nueva administración Trump están generando preocupación en la industria del automóvil global. Los fabricantes europeos, en particular, se están preparando para el posible impacto de nuevos aranceles que podrían afectar al mercado norteamericano. Según la agencia de calificación Moody's, Stellantis, el Grupo Volkswagen y Volvo son las marcas de automóviles europeas más vulnerables a las amenazas arancelarias del presidente Trump a los automóviles exportados desde México, Canadá y Europa a Estados Unidos. Son las marcas que más fabrican fuera de los límites de Estados Unidos.

Stellantis
Stellantis está compuesto por 15 marcas, aunque en la imagen no aparece Leapmotor. Su última incorporación.

El riesgo de nuevos aranceles es bajo, según los analistas

Los planes arancelarios propuestos por Trump apuntan a imponer un impuesto del 25% a todos los vehículos importados de México y Canadá. La medida forma parte de su estrategia más amplia para presionar a estos países vecinos para que reduzcan la inmigración ilegal así como para que tomen otra serie de medidas de control de sus fronteras. Sin embargo, las ramificaciones de esta política podrían afectar significativamente a la industria automotriz, especialmente a los fabricantes europeos que dependen de los mercados norteamericanos para su producción y ventas. Una de las mayores factorías de Volkswagen se instala en México. La fábrica pronto podría recibir el encargo de la producción del Volkswagen Golf europeo.

Stellantis, Volkswagen y Volvo han tardado muchos años en tejer una red de producción y suministro en Estados Unidos a través de sus países limítrofes. La aplicación de tasas especiales podría obligar a dichas compañías a derivar su producción a Estados Unidos en un proceso tan lento como costoso. Ese cambio agravaría los ya de por sí altos desafíos a los que se enfrentan los fabricantes debido a la disminución de las ventas en China, así como por las múltiples sanciones que tienen que pagar en Europa al no cumplir con los estrictos objetivos de emisiones de CO2. Más gastos, más complicaciones y peor competitividad, por no hablar de un aumento de precios en los vehículos.

Volkswagen
En Volkswagen se mantienen cautos, aunque la medida propuesta por Trump les afectaría significativamente.

A pesar de la gravedad de estas amenazas arancelarias, algunos analistas se muestran escépticos sobre su probabilidad de que se implementen. El banco de inversión, Goldman Sachs, ha informado a sus clientes que las probabilidades de que Trump imponga un arancel del 25% a los productos exportados desde México y Canadá son relativamente bajas, en torno a un 5%. El escepticismo se basa en parte en amenazas arancelarias previas de Trump que no se cumplieron, como una propuesta similar en 2019 con respecto a México. Sin embargo, la incertidumbre en torno al tema sigue inquietando a los mercados globales. La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) se ha opuesto firmemente a las propuestas arancelarias de Trump, advirtiendo de las posibles consecuencias negativas para las industrias automotrices europeas y norteamericanas.