El aumento al 25% de los aranceles a los coches y piezas fabricados fuera de Estados Unidos anunciado ayer por Donald Trump no afectará demasiado a los principales fabricantes ubicados en España, como Seat, Renault o el Grupo Stellantis.
Por el contrario, y según un estudio de la agencia de calificación Morningstar DBRS, afectará más a los fabricantes premium, la mayoría de los cuáles están asentados en Alemania. Aunque este no será el único país europeo productor de vehículos afectado por los aranceles de Donald Trump.

Los aranceles de Donald Trump no afectarán apenas a España
Esta agencia recuerda que el incremento de los aranceles de Donald Trump a los coches y piezas no fabricados en Estados Unidos aumentaran significativamente la carga impositiva para los exportadores de vehículos de la UE, ya que ahora mismo los aranceles de Estados Unidos para estos bienes suponen sólo el 2,5%.
El estudio también señala que los automóviles son una de las principales exportaciones de la UE respecto a Estados Unidos, alcanzando el 10% del total de las mismas durante 2024.
En términos contables, el pasado año las exportaciones de vehículos desde la UE a Estados Unidos alcanzaron los 52.500 millones de euros, un valor muy superior a la de las importaciones desde el país norteamericano, que sólo supusieron 11.700 millones de euros.
Tal y como señala este informe, en la mayoría de los países de la UE, el incremento de los aranceles de Donald Trump supondrá “un bajo impacto” ya que “sus exportaciones de automóviles a EE.UU. son reducidas”.
Es lo que ocurre en España que, pese a ser el segundo país europeo por fabricación de automóviles, con el Grupo Stellantis, Renault, Seat y Ford como principales productores; destina la gran mayoría de los vehículos producidos por los fabricantes al mercado interno europeo.
Pero sí a Alemania y a los países productores de coches premium
Todo lo contrario ocurre con Alemania, cuna de numerosos fabricantes premium y que, por eso y por la demanda de estos vehículos en Estados Unidos, es el principal país exportador de la UE hacia Estados Unidos, con 34.000 millones de euros en exportaciones.
O, lo que es lo mismo, el 65% del total de exportaciones de automóviles de la Europa a EE.UU., tal y como señalan desde la agencia de noticias Europa Press.

Junto a Alemania, países como Hungría y República Checa también se verán bastante afectadas en sus exportaciones. ¿El motivo? Ambas naciones cuentan con industrias automovilísticas pujantes, pero lo más importante es que, en gran parte, estas industrias “están integradas en la cadena de suministro internacional de los fabricantes de automóviles alemanes”, explica el informe.
Así, el pasado año, hasta el 31% de las exportaciones de vehículos y componentes de automóviles de Hungría y el 29% de las de la República Checa tuvieron como destino Alemania.
Es por eso que la agencia de calificación Morningstar señala que Hungría y República Checa serán, junto con Alemania, las economías más afectadas por los aranceles de Donald Trump a las importaciones de automóviles. Aunque esto siempre les afectará “a través de vínculos comerciales indirectos”.
El informe ahonda en el hecho de que los fabricantes europeos de automóviles más afectados serán aquellos del segmento premium, dado que son estos vehículos los que suponen la inmensa mayoría de las exportaciones de coches desde Europa a Estados Unidos.
Así las cosas, el informe cita a BMW, Mercedes y, en parte, a Volkswagen como los principales grupos automovilísticos afectados. Hay que recordar que, de ellos -y dejando a un lado la fábrica de vehículos comerciales de Mercedes en Vitoria-, tan solo el Grupo Volkswagen fabrica coches en España: una actividad que tiene lugar en la planta de Landaben en Navarra y, en conjunción con Seat, en la planta barcelonesa de Martorell.
Por otro lado, el Grupo Stellantis es el mayor fabricante de vehículos en España, no en vano fabrica, en plantas como la de Vigo, Madrid o Zaragoza; hasta 4 de cada 10 vehículos producidos en España y 9 de cada 10 coches eléctricos.