Con el objetivo de promover la movilidad sostenible, la Dirección General de Tráfico (DGT) emplea distintivos o etiquetas para categorizar los vehículos en función de sus emisiones. Estas etiquetas son implementadas en entornos urbanos con el fin de aplicar políticas de circulación que favorezcan a los modelos más amigables con el medio ambiente.
En Madrid, a partir del 1 de enero de 2023, los vehículos sin etiqueta (clasificados como A) no tenían permitido circular por la M-30. Para el año 2024, la restricción se expande a todas las vías públicas y urbanas municipales. En enero de 2025, ningún vehículo con etiqueta A podrá transitar por esas vías, incluidos los residentes. Solo están fuera de esta norma los vehículos adaptados para personas con movilidad reducida, los matriculados como históricos y los de servicios de emergencias y fuerzas armadas.
Los municipios ya castigan a los vehículos más contaminantes
Si bien algunas ciudades ya han comenzado a aplicar estas restricciones a este tipo de vehículos, otras anuncian fases en las que se prohibirá su circulación. En la actualidad, los vehículos sin etiqueta de la DGT constituyen una proporción significativa del total de vehículos en circulación: son más de 9,9 millones de turismos y vehículos comerciales ligeros. Representan más de un 30% de todos los vehículos en circulación.
Estos vehículos no podrán acceder ni circular por las nuevas Zonas de Bajas Emisiones que, obligatoriamente, tendrán que ser definidas en al menos 160 ciudades de España, en las que reside más de la mitad de la población del país. Como en Madrid, las limitaciones de circulación están inicialmente implementadas en todas las ciudades con más de 50.000 habitantes y en territorios insulares. En localidades de más de 20.000 habitantes se extenderán próximamente a un número mayor de vehículos.
El turno de los vehículos con etiqueta B
El veto a los coches más contaminantes no se va a quedar ahí. La decisión está tomada y, tarde o temprano, se implementará esta misma restricción para todos los coches con etiqueta B. Se trata de los vehículos con derecho a la etiqueta de la DGT más contaminantes.
Los modelos a los que se asigna esta etiqueta son los de combustión interna que no cumplen con las últimas especificaciones de las emisiones EURO, pero sí lo hacen con anteriores. Es decir, turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas desde el 1 de enero de 2001 y diésel a partir de 2006 y vehículos de más de 8 plazas y pesados tanto de gasolina como diésel, matriculados desde 2006.
Según este organismo, les corresponde a alrededor de 9,4 millones de vehículos en España. Si bien la instrucción de la DGT indicaba que limitaba la entrada a las Zonas de Bajas Emisiones a todos los vehículos que no tuvieran las pegatinas ECO, Cero Emisiones y C, la rectificó para que sean los ayuntamientos los responsables de redactar estas normas.
Por ahora, las restricciones para los vehículos con etiqueta B son mínimas y afectan a un número reducido de Zonas de Bajas Emisiones. Pero, se prevé que en los próximos años se extiendan a un número cada vez mayor de grandes ciudades.
En Madrid ya tienen prohibido el acceso a la Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP) de Distrito Centro, a menos que estacionen en una plaza de garaje privada o en un parking público afiliado al sistema de gestión de permisos de la ZBE. Están exentos los vehículos de empresas y trabajadores autónomos que ejerzan la actividad dentro de la zona (también VTC), los vehículos de movilidad reducida y las motos o ciclomotores (de 7:00 a 22:00 horas).
Barcelona tiene la intención de llevar las restricciones un paso más allá. El Gobierno del Área Metropolitana de la ciudad quiere prohibir la circulación de este tipo de vehículos en toda su Zona de Bajas Emisiones a partir de 2024. No obstante, la medida ha sido impugnada y el Tribunal Supremo aún debe pronunciarse sobre la legalidad de aplicar estas prohibiciones durante el próximo año.
San Sebastián ha establecido un plazo para prohibir la circulación de los vehículos con etiqueta B. Implementará su nuevo plan a finales de 2024 en dos fases. Hasta 2027, prohibirá el paso y la circulación de todos los vehículos sin etiqueta medioambiental y a partir de 2028 ampliará la restricción a los de la etiqueta B. Es decir, en apenas cuatro años estos vehículos no podrán circular por gran parte de la ciudad.