El 2024 está siendo un año muy complicado en cuanto a previsión y cumplimiento de objetivos eléctricos. Las marcas están teniendo problemas a la hora de alcanzar las previsiones de matriculaciones ante una más que clara muestra de enfriamiento. Europa y el resto del mundo, a excepción de China, parecen haberse tomado un paréntesis en lo que a adopción de coches eléctricos se refiere. Stellantis basa su estrategia de futuro en cuatro plataformas que sustentarán los futuros lanzamientos y renovaciones. Ahora, tal y como informa la Tribuna de la Automoción, Stellantis ha decidido retrasar dos años la llegada de la plataforma STLA Small.
Como ya hemos comentado, el conglomerado dirigido por Carlos Tavares tiene en las estructuras STLA la columna vertebral sobre la que se apoyarán casi todos los lanzamientos. Habrá cuatro versiones diferentes en función del tamaño: STLA Small, Medium, Large y Frame. Esta última se empleará únicamente en modelos industriales o derivados. Se estima que las versiones Small y Medium darán vida a más de 40 millones de coches en todo el mundo en los próximos años. Una cifra que remarca la importancia y la vital necesidad que tiene Stellantis hacia su plataforma.

Vigo retrasa sus planes eléctricos dos años, hasta 2029
Sin embargo, el enfriamiento del mercado ha caído como un jarro de agua fría en los despachos. Stellantis ha decidido alargar la vida de sus utilitarios, segmento B, basados en la plataforma CMP hasta el año 2029, cuando la fecha inicial propuesta era 2027. Dos años más con algunos modelos que para finales de la década ya contarán con un exceso de cursos encima. Las fábricas han sido las primeras en notar el golpe. Tal y como detalla el ya mencionado medio, la fábrica de Vigo acaba de recoger en su nuevo estatuto de los trabajadores el cambio de fechas. Aunque dicho retraso no supondrá cambio alguno en cuanto a empleos y volumen.
En septiembre de 2027 debería haberse dado el pistoletazo de salida a la producción de las primeras unidades basadas en la plataforma STLA Small en la fábrica de Vigo. La factoría gallega, junto con la fábrica de Zaragoza, serán dos de los centros de producción que ensamblarán modelos basados en la polivalente arquitectura. Francia e Italia contarán con otras instalaciones. El volumen de producción estimado para la fábrica de Vigo es de 195.000 unidades al año, mientras que la planta aragonesa tiene orden de fabricar 335.000 unidades anuales. Es claro el interés que ha mostrado Stellantis en apoyar la producción en España, en parte atraída por los fondos del Perte VEC. La empresa tiene cinco años para ejecutar la inversión.

La situación que vive Stellantis ni es única ni es particular. Muchas marcas están retrasando planes estratégicos fundamentales tras varios ciclos de inestabilidad comercial. Las marcas tienen en el coche eléctrico su futuro, pero el mercado va varios pasos por detrás. Carlos Tavares, que no vivirá al frente de la corporación para ver la nueva estrategia, se retira a finales de 2026, ya ha advertido que la situación es crítica. El CEO ha dejado bien clara su postura con respecto a las políticas continentales. Los aranceles no servirán para nada, ni para detener a las marcas chinas ni para fortalecer la industria europea. Todo lo contrario.