Corría el año 2019, cuando Ford y Volkswagen anunciaban el inicio de una relación entre Estados Unidos y Alemania. Dos de los mayores fabricantes del mundo firmaron un contrato para la producción de vehículos eléctricos con tecnologías compartidas. El acuerdo permitía a los americanos emplear la conocida plataforma MEB de Volkswagen, mientras que los alemanes se beneficiarían de algunos conocimientos clave de Ford. Durante estos años la alianza ha pasado por diferentes fases, pero el CEO de Volkswagen, Oliver Blume, reconoce que la relación se ha 'intensificado'.
Y es que no hay nada mejor que dos partes necesiten lo mismo para que el entendimiento surja como de la nada. Ford tiene una estrategia eléctrica muy clara para el Viejo Continente. Los de Michigan quieren apostar exclusivamente por el mercado de vehículos eléctricos, pero hacer desarrollos propios les saldría tremendamente caro, lo que reduciría no sólo su margen de beneficio sino también la competitividad de sus precios con respecto a los rivales más directos.
En esa búsqueda de un socio europeo, nadie mejor que el mayor conglomerado de la zona: el Grupo Volkswagen. La plataforma MEB se emplea en diversidad de modelos: Volkswagen ID. Buzz, Skoda Enyaq y CUPRA Born, entre muchos otros. También estará presente en el primer vehículo de Ford surgido de este matrimonio. Lo conoceremos la semana que viene y podrá ser considerado como el hermano mellizo del Volkswagen ID.4. Los americanos saben de la importancia de este lanzamiento y durante los últimos días han dejado miguitas de pan para crear expectación.
Prepare to see a different kind of #Ford…
— Ford News Europe (@FordNewsEurope) March 14, 2023
21.03.23
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El acuerdo inicial contemplaba más que el simple uso de la arquitectura para vehículos eléctricos, también se incluía una estrecha colaboración en el segmento de los vehículos eléctricos industriales. El Ford Ranger y el Volkswagen Amarok se fabrican en la planta de Ford en Sudáfrica. Los alemanes construyen la Tourneo Connect, hermana del VW Caddy en Polonia, mientras que los americanos construirán para Volkswagen su versión de la Transit en la planta de Turquía. A pesar de la complejidad del acuerdo, el entendimiento se está reforzando, tal y como reconoció ayer mismo Blume durante la presentación de resultados del año 2022: “Sólo estamos al comienzo de nuestro proyecto de cooperación”.
Sin embargo, como en cualquier otra relación, las tensiones surgen por ambas partes en la búsqueda de un interés individual. A principios de este mismo año corrió el rumor que Ford planeaba lanzar eléctricos en Europa no basados en la plataforma alemana. Los problemas de Volkswagen con el desarrollo del nuevo software de vehículos eléctricos parecen ser uno de los causantes del nerviosismo. Ford no puede permitirse esos retrasos porque su estrategia de lanzamientos quedaría comprometida y tampoco quieren depender únicamente de sus socios.
La llegada de Mahindra
Durante la ya mencionada presentación de resultados, Blume reconoció que un tercer participante puede sumarse a la pareja de forma paralela. Las negociaciones de Volkswagen con Mahindra para el empleo de la plataforma MEB se encuentran en un estado muy avanzado. El CEO alemán las da casi por cerradas, "El acuerdo con Mahindra está a punto de concluirse”. Un acuerdo que lleva fraguando desde mediados del año pasado. En él, los indios disfrutarán de la plataforma para el desarrollo de cinco modelos que se venderán bajo las marcas XUV y BE. Los SUV basados en VW de Mahindra se llamarán XUV.e8, XUV.e9, BE.05, BE.07 y BE.09. El primero de los cinco SUV eléctricos se lanzará a finales de 2024 en la India, mientras que los otros cuatro deberían estar disponibles para 2026.