Cuando muchos fabricantes están dando, como quien dice, sus primeros pasos en la movilidad eléctrica, Tesla lleva años de ventaja con sus productos. No sólo nos referimos a los coches en sí, también a todo el abanico comercial de la compañía, incluyendo su infraestructura de carga rápida o su programa de conducción autónoma. Elon Musk sabe que el futuro de su empresa pasa por situarse como referente en el campo de la tecnología y su gran esperanza es poder vender esa tecnología a otras marcas. Ahora asegura que está en conversaciones muy tempranas para vender su equipamiento a otro fabricante.
El primer trimestre del año ha sido excelente para los intereses de Tesla. La compañía de Elon Musk ha superado todas las expectativas. Ha vendido más coches eléctricos que ningún otro fabricante en el mundo entero y está en disposición de batir todos los registros esperados. Durante la rueda de prensa, el CEO no sólo detalló cifras, sino que también ha lanzado un aviso importante: Tesla está negociando vender licencias de su programa de conducción autónoma.
Según el propio Musk, los contactos son, por ahora, primitivos. Hay interés por ambas partes, pero se prevé una negociación lenta dado el carácter extraordinario del asunto. Hace unos meses, el empresario americano lanzó un órdago al resto de la industria. La bajada de precios ha cogido a todos sus rivales con el pie cambiado. Tesla considera que está en una posición privilegiada para romper esquemas. El resto de marcas no pueden vender coches a beneficio cero, pero Musk considera que ellos sí porque, en un futuro, la principal fuente de ingresos no serán las ventas de vehículos.
Tesla quiere virar su posicionamiento de fabricante de coches a empresa tecnológica. La conducción autónoma es el gran sueño de la industria, pero liberar al conductor de la responsabilidad de conducir es, actualmente, una quimera. Un sueño de ciencia ficción que en los próximos años puede convertirse en realidad. Durante años, Tesla ha liderado las tablas de resultados en cuanto a asistentes a la conducción. Sus programas FSD y Autopilot destacan por su elevada autonomía, arrojando excelentes resultados en las pruebas de seguridad oficiales.
Vender esa tecnología a otras marcas que no tienen ni la capacidad ni el presupuesto para desarrollarla puede convertirse en un lucrativo negocio para aquellas empresas que lleven años de ventaja. Ahora la gran pregunta es: ¿a qué gran fabricante de coches se refiere Musk? La lista de pretendientes es casi infinita, muchas marcas desearían acceder a esa tecnología pagando grandes sumas de dinero por ella, pero por ahora no ha surgido ningún nombre asociado a unas negociaciones que se mantienen bajo un estricto secreto. Pronto seguro que empiezan a surgir los primeros nombres.
Aunque los de Austin quieren liderar la carrera tecnológica por la conducción autónoma, actualmente es Mercedes la que lleva ventaja. Los alemanes son los únicos en ofrecer coches con un nivel 3 y 4 de conducción autónoma, mientras que Tesla, con los paquetes FSD y Autopilot, no consigue superar la barrera del nivel 2. En más de una ocasión, Musk ha prometido que a finales de este año sacaría al mercado la conducción autónoma total, aunque no es la primera vez que lo promete para luego tener que retirarlo.