Para expandir la oferta eléctrica, las marcas necesitan baterías que alimenten a esos coches. China se ha situado como el principal productor del mundo. Sus empresas dominan el mercado con puño de hierro y en Europa hay una gran dependencia con respecto a Asia. Volkswagen quiere prescindir de esa dependencia y, para ello, construirá todo un entramado productivo que le permita tener su propio suministro de baterías. La última de esas fábricas acaba de iniciar su construcción. Nos referimos, claro está, a la planta de baterías de Sagunto, en Valencia.
El año pasado por estas fechas, Volkswagen confirmó de forma oficial que la Comunidad Valenciana albergaría la tercera de sus seis fábricas previstas. Sagunto se situará como un centro de referencia a nivel internacional. Sin embargo, la firma del acuerdo no estuvo exenta de problemas. La empresa dudó hasta el último minuto ante el poco apoyo del Gobierno de España. Volkswagen buscaba mayores incentivos fiscales para traer su fábrica al país. Tras algunas acusaciones cruzadas y numerosas negociaciones, ambas partes llegaron a un importante acuerdo.
Tras las dudas iniciales, la construcción arranca con buen ritmo
El pasado mes de marzo el acuerdo quedó totalmente ratificado tras un acto ceremonial que reunió a la cúpula directiva del conglomerado alemán, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al Rey, Felipe VI. Fue entonces cuando se dio el pistoletazo de salida a un proyecto que no ha arrancado las obras hasta el pasado día 22 de noviembre. La construcción corre a cargo de PowerCo, la empresa subsidiaria de Volkswagen encargada de fabricar los millones de baterías que alimentarán los coches eléctricos de la compañía durante los próximos años.
Además de la gran inversión que supone para la zona, la planta de Sagunto creará más de 3.000 empleos directos en la zona, y varios miles más indirectos. Volkswagen espera que la construcción finalice en 2025, aunque no será hasta el 2026 cuando la fase de producción dé comienzo. La fábrica valenciana será la tercera en producir baterías. La primera de todas arrancó su construcción en el verano del año pasado. Ubicada en la localidad sueca de Skelleftea, los planes indicaban una puesta en marcha para finales de este año, aunque no parece que vaya a ser posible. La siguiente se abrirá en la ciudad de Salzgitter, en Alemania. Arrancará la actividad en 2025.
El Grupo Volkswagen había proyectado un total de seis fábricas de baterías, pero finalmente el conteo se ha paralizado en la tercera. Recientemente, la compañía ha anunciado que, por el momento, no va a construir más instalaciones, ni siquiera la que tenía pensado montar en Navarra. La lenta adopción del coche eléctrico en Europa está teniendo la culpa. A los alemanes no les salen las cuentas y no creen necesario realizar esa fuerte inversión en este momento. En la sede de Wolfsburgo preocupan las cifras de rentabilidad. La compañía está en pleno proceso de ajuste y ahorro. Esperan eliminar 10.000 millones de gastos en los próximos años.
