Casi de la noche a la mañana, China ha pasado de no existir en el panorama internacional del automóvil a liderar la industria de los coches eléctricos. Con un enorme potencial, una gran base obrera y unas políticas acertadas, el país asiático ha logrado posicionarse como referencia en el sector. Cuesta seguir la pista a todos los modelos y marcas que se lanzan a la aventura de vender coches y, para Volkswagen, eso supone un verdadero problema. La competitividad es brutal y el máximo responsable de la zona, Ralf Brandstaetter, cree que muchas de las nuevas marcas no sobrevivirán por culpa de Tesla.
Aunque no lo ha dicho tan directamente, Brandstaetter cree que la guerra comercial iniciada por los americanos a principios de este año va a causar más problemas que beneficios. La bajada de precios ha obligado al resto de competidores a tomar medidas similares y muchos de ellos están sufriendo pérdidas importantes por intentar mantenerse en el juego. El líder de Volkswagen, tal y como reconoce en sus declaraciones a Autocar, considera que muchas marcas jóvenes desaparecerán del mapa, lo que a la postre puede suponer un problema para los clientes. Llegará un punto en el que no puedan bajar más los precios.
Elon Musk siempre ha considerado a China como su máximo rival. Tesla no sólo vende coches, su diversificación de ingresos le ha permitido explorar varias vías de ganancias y eso le ha llevado a una posición de poder en la que es capaz de hacer y deshacer la industria a su antojo. Aunque Brandstaetter no ha hecho referencia a Tesla directamente, aclara que, "para nosotros, la rentabilidad del negocio es lo más importante. No participaremos en una competencia de mercado malsana por lograr un crecimiento de la entrega a corto plazo". Ahora bien, Volkswagen parece que no puede sacar mucho pecho precisamente en cuanto a rentabilidad. De hecho, en Alemania están muy preocupados.
Dentro de ese ambiente tan competitivo, el propio Brandstaetter ha asegurado que el mercado chino empieza a estar saturado de marcas y modelos. An,te ese frenesí comercial defiende una vez más su posición a largo plazo. “Actualmente, hay más de 120 fabricantes de automóviles en el mercado de vehículos eléctricos y se lanzarán alrededor de 150 modelos nuevos en 2023. La intensa competencia en el mercado y los altos precios de las baterías les obliga a afrontar una fuerte presión económica. El éxito de las ventas a corto plazo requiere una inversión de capital extremadamente alta”.
Aunque Volkswagen aspira a ser una marca 100% eléctrica en todas las zonas del mundo -en Europa estará en disposición de hacerlo en 2033-, en China su apuesta está dividida. Si bien los coches eléctricos seguirán centrando toda la atención, los alemanes han declarado que no piensan abandonar el segmento de los vehículos ICE a pesar de la clara desaceleración de las ventas. "Seguiremos aprovechando nuestras ventajas en el mercado de motores de combustión interna. Aunque su tamaño general se está reduciendo, el grupo aún mantiene una rentabilidad considerable en virtud de sus propias ventajas de escala y costos. Para 2030, lanzaremos un total de 17 modelos nuevos con motores de combustión".