El compromiso del grupo Stellantis, y en particular de Peugeot, con los vehículos eléctricos ha llevado a la marca a ofrecer una amplia gama de modelos eléctricos pensados tanto para el uso personal como para el profesional. Todos los vehículos de Peugeot cuentan con versiones enchufables, ya sea en formato híbrido enchufable o completamente eléctrico.
Con opciones como la Peugeot e-Rifter, la e-Partner o la e-Expert, el conductor no tiene que preocuparse por restricciones de acceso a determinadas zonas. Al ser vehículos eléctricos, estos modelos reciben la etiqueta Cero de la Dirección General de Tráfico, lo que les permite circular libremente por todas las áreas de bajas emisiones sin excepción. Además, la capacidad de carga no se ve comprometida. Por ejemplo, la e-Partner eléctrica ofrece el mismo volumen de carga que sus versiones diésel, alcanzando los 4,4 metros cúbicos. Es cierto que la carga máxima se reduce ligeramente a 800 kg debido al peso adicional que implica la batería, pero este límite sigue siendo más que suficiente para las labores habituales, especialmente en entornos urbanos y periurbanos.
La versión para pasajeros de la furgoneta eléctrica de Peugeot
Con la e-Partner Peugeot presenta una furgoneta eléctrica versátil con un diseño modernizado, diseñada para satisfacer tanto las necesidades de transporte de pasajeros como las exigencias del ámbito comercial. Con una imagen robusta y unas líneas dinámicas, este vehículo combina eficiencia energética, prestaciones mecánicas y un equipamiento de confort que lo posiciona como una opción atractiva en el segmento de las furgonetas urbanas y de mediano recorrido.
En cuanto a su capacidad para transportar pasajeros, la e-Partner destaca por su versatilidad en la configuración del habitáculo. Dependiendo de la versión elegida (puede tener hasta 4,75 metros de largo), la furgoneta puede configurarse para ofrecer un espacio amplio y flexible para 5 o 7 pasajeros. Aunque los acabados del habitáculo reflejan el estilo de una furgoneta, con predominancia de plásticos duros, el equipamiento incorporado y, especialmente, las soluciones prácticas en el interior equilibran esta percepción de manera notable.
Los asientos se han diseñado ergonómicamente para ofrecer un excelente soporte durante los trayectos largos, mientras que la distribución del espacio interior se ha optimizado para garantizar una sensación de amplitud y libertad. Además, se ha cuidado la insonorización y la climatización, de manera que cada viaje resulte agradable y silencioso, contribuyendo a una experiencia de conducción relajada y segura.
El habitáculo incluye compartimentos de almacenamiento en la parte superior del techo (frente a las cabezas del conductor y pasajero), un amplio espacio en la consola central, en las puertas delanteras y un portaequipajes adicional en la zona trasera del techo. A esto se añade un generoso volumen de carga: 597 litros en la e-Rifter compacta y 850 litros en la versión alargada (medidos hasta la bandeja superior). Al plegar los asientos, la capacidad puede ampliarse hasta 4.000 litros en el modelo de carrocería larga.
Esta versión no tiene nada que envidiar a un turismo convencional en términos de equipamiento, especialmente en la versión GT. Incluye de serie sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara de reversa, alerta de cambio involuntario de carril, asistente de frenado autónomo de emergencia con detección de peatones, sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas, panel de instrumentos digital con pantalla de 10 pulgadas, cargador inalámbrico para móviles, climatizador automático bizona, espejos retrovisores eléctricos y calefactables con plegado automático, acceso y arranque sin llave, tres asientos individuales en la segunda fila, elevalunas eléctricos traseros, ventana trasera abatible y llantas de 17 pulgadas, entre otros elementos.
El motor eléctrico se sitúa en el eje delantero, proporcionando 100 kW / 136 CV de potencia y 260 Nm de par. Se trata del mismo motor que se utiliza en otras furgonetas eléctricas del grupo Stellantis, así como en turismos como el Peugeot e-208, el Peugeot e-2008 y el Opel Mokka-e. Los tres modos de conducción se seleccionan mediante un botón ubicado a la derecha del selector de marchas, representado por una pequeña palanca electrónica con acabado metálico. En el modo Eco, la potencia se reduce a 60 kW / 82 CV; en el modo Normal, a 80 kW / 109 CV, y únicamente en el modo Power se libera la potencia máxima.
En cuanto al rendimiento energético, mientras que la e-Partner ofrece 275 km de autonomía WLTP, adecuados para el uso diario, por ejemplo, de un repartidor en la ciudad, la e-Rifter está orientada a un uso más recreativo y de viajes llegando hasta los 282 km de autonomía teórica (o 275 km en la versión GT. Una cantidad que hay que saber gestionar si lo que se pretende es hacer viajes largos, pero suficientes para los recorridos urbanos e interurbanos.
En lo que respecta a la recarga, la Peugeot e-Rifter permite la carga rápida en corriente continua a 100 kW, lo que posibilita alcanzar un 80% de batería en apenas 30 minutos, siempre que se disponga de un cargador compatible. Por otro lado, mediante carga en corriente alterna a 7,4 kW (monofásico) se requiere aproximadamente 7,5 horas para una carga completa (0-100%), aunque es posible optar por un cargador trifásico de 11 kW, que reduce este tiempo a 5 horas. La batería cuenta con una capacidad bruta de 50 kWh, distribuida en 18 módulos.
Precios
En España, el precio de la Peugeot e-Rifter Standard arranca en 31.550 euros con el equipamiento Allure en color blanco. Si este se eleva a la GT el precio arranca en 34.550 euros. Para el caso de la variante más larga (Long), el acabado Allure arranca en 32.550 euros y la GT en 35.550 euros.
Estos precios no incluyen las subvenciones de ningún plan de ayuda. En el caso de estar vigentes y si se repiten las condiciones de las del Moves III, que pueden llegar hasta los 7.000 euros con el achatarramiento de un vehículo antiguo, el coste de la e-Rifter eléctrica baja hasta los 24.550 euros.