Cake Motorcycles es una empresa sueca fundada en 2016 por Stefan Ytterborn, dedicada a la fabricación de motocicletas eléctricas diferentes a las de la competencia. Su estilo y su forma de hacer las cosas han hecho que tenga un hueco muy particular en el mercado. Se presentó en público en 2018 con un primer modelo, Kalk, diseñado como una motocicleta de campo, a la que acompañó en 2019 la Kalk& una variante para carretera. Otros modelos, como Ösa y Makka, adecuados para su uso urbano, se caracterizan por conformarse como una plataforma de carga y espacio de almacenamiento para transportar y alimentar objetos.
Independientemente de su fin, los productos de Cake tienen algo en común que les han hecho merecedores de numerosos premios y reconocimientos por su enfoque innovador y su diseño minimalista. Una cualidad que también está presente en los elementos mecánicos, como se demuestra en el nuevo motor eléctrico que acaba de presentarse en público: Jante.
Un nombre que no ha sido elegido al azar por la empresa sueca. Proviene de la Ley de Jante, o Jantelagen en sueco. Se trata de un tipo de norma social, común en los países nórdicos, pero especialmente en Suecia, que se presenta como una forma de modestia extrema con respecto a los logros. Enfatizan la humildad y la idea de que ningún individuo es más importante que el colectivo.
Los suecos pocas veces alardean de sí mismos o de sus logros. Prefieren dejar que sus acciones hablen por sí mismas. Y eso es lo que pretenden hacer con este nuevo motor: dejar que él solo demuestre lo que es capaz de hacer, por lo que las explicaciones sobre las tecnologías que hay en su interior son algo escasas. Pero no lo son su diseño ni sus prestaciones.
Jante, un motor que habla por sí mismo
El nuevo Jante de CAKE es un motor de imanes permanentes (IPM) cuyo diseño se centra principalmente en la eficiencia, la potencia y la fiabilidad, todo ello dentro de un paquete relativamente pequeño. La carcasa que contiene todos los componentes está construida en aluminio de calidad aeronáutica, un material que aporta ligereza y está diseñada para optimizar el rendimiento del motor. Según CAKE, responde a su lema "menos es más" tan cercano al planteamiento minimalista que preside todos los conceptos de CAKE.
Ha sido desarrollado para operar en una amplia horquilla de voltajes. Si bien no se especifican las potencias de salida que podrá desarrollar, sí se asegura que se podrá llevar un par motor a la rueda trasera de 500 Nm, alcanzando velocidades de más de 100 km/h. Unas especificaciones que encajan con la tipología de motos eléctricas que ofrece CAKE, principalmente orientadas a la circulación urbana y todoterreno.
Según la empresa, su diseño convierte a Jante en el motor IPM más optimizado de CAKE. El esquema interno responde a un flujo radial, que asegura potencia y eficiencia, limitando lo que se conoce como cogging’ que describe las sensaciones de los motores que parecen nerviosos a velocidades bajas. Esta configuración permite una aceleración suave y un manejo preciso a la vez que ofrece un alto rendimiento a altas revoluciones gracias al diseño de su sistema de enfriamiento.
El CEO y cofundador de CAKE, Stefan Ytterborn, asegura que “Jante representa un avance significativo en el diseño de motores eléctricos ya que ofrece a nuestros clientes un producto superior que satisface sus necesidades. El corazón de nuestros vehículos se basa en componentes CAKE que, junto a los algoritmos del controlador de batería, suponen un añadido significativo a nuestra tecnología de transmisión”.