Antonio Espinosa de los Monteros y David Sancho son dos emprendedores españoles que buscarán la expansión de una nueva marca de coches eléctricos totalmente sostenible y “made in Spain”. La compañía Liux vio la luz durante el mes de octubre de 2020 cuando estos dos expertos, cada uno en su propio campo, se propusieron lanzar su propia marca de coches eléctricos fabricados y desarrollados en España. Ahora el proyecto avanza a buen ritmo y ya poseen un plan de producción, expansión y futuros modelos que serán comercializados.
El proyecto empresarial de Liux se basa en la importancia de un modelo eléctrico y totalmente sostenible a través del uso de materiales naturales y eliminando por completo el aluminio en su fabricación, así como el cuero natural en el interior. Aunque uno de sus principales bazas pasa por cambiar la forma de fabricar vehículos eléctricos. La idea es la de producir sus coches en España, para lo que ya están en conversaciones con varios gobiernos de diferentes comunidades autónomas. El primer paso será la fabricación de 5.000 coches eléctricos a lo largo de 2023, mientras que para el 2024 esta cifra se multiplicaría por 10 alcanzando así los 50.000 vehículos producidos.
El proyecto de estos dos emprendedores no pasa por levantar una fábrica del tamaño y la capacidad de la que posee SEAT en Martorell, sino que su vista está puesta en la construcción de fábricas mucho más pequeñas y establecer una producción máxima anual de 50.000 vehículos. Cada una de dichas factorías se establecerán localmente para dar trabajo a sus habitantes y apoyo industrial a esa zona. Este sistema, según afirma Antonio, supondrá un enorme ahorro logístico y de emisiones de CO2.
El aspecto principal será el de una fábrica de coches tradicional, aunque con una alta capacidad de flexibilidad y modularidad. David Sancho afirma haber diseñado robots industriales con los que hacer diferentes moldes del vehículo por un coste de unos 7.000 euros. En primera instancia, su entendimiento pasa por albergar en sus factorías un máximo de 10 de estos robots con los que poder completar cada uno de los vehículos que allí se fabricarán: “no necesitas 15 millones en moldes y matricería para montar una factoría”, asegura. La primera fase del proyecto proporcionará unos 100 puestos de trabajo hasta hacer crecer el proyecto. Una vez este se haya asentado y esté a pleno rendimiento, su empleabilidad no será superior a 500 personas, ya que no creen que llegue a ser necesario.
Los coches eléctricos de Liux prescindirán del aluminio en su construcción: “queremos hacer el primer coche de serie cuya carrocería esté basada en plantas, porque las fibras y las resinas serían todas biocomposites y bioplásticos. Esto nos permite controlar la cadena de valor de estos componentes, y en España tenemos muchos”, aseguran sus creadores. No obstante, también puntualizan que la plataforma sobre la que se asentará el vehículo sí será tradicional (en cuanto a materiales) y modular. Sobre ella no se llevarán a cabo soldaduras para anclar su paquete de baterías, sino que estas irán insertadas en módulos extraíbles. Esperan que sus vehículos equipen una capacidad de baterías de entre 45 y 90 kWh, adquiridas a algún fabricante asiático aún por determinar.
Ambos creadores de Liux esperan que la empresa “sea un pelotazo”. Por el momento ya cuentan con una inversión de dos millones de euros extraídos de su primera ronda de financiación, donde gran parte ha venido de parte de OK Mobility, la compañía de renting balear, quien se posiciona como el primer cliente potencial. Según afirman ambos fundadores de Liux, cada una de sus fábricas será rentable a partir de una producción media de 30.000 unidades anuales, lo que supondrá entre el 60 y el 70% de la capacidad total de dicha factoría, aunque también puntualizan que esto dependerá en mayor medida de la demanda del propio mercado.
Sobre sus futuros modelos eléctricos, en primer lugar llegará un compacto dirigido a competir directamente con el Volkswagen Golf o el Ford Focus. Este estará diseñado por David Sancho. Seguidamente llegará un coche urbano biplaza con posibilidad de homologación como turismo o como cuadriciclo. Finalmente, su plan a medio plazo propone la comercialización de una berlina eléctrica.
El modelo compacto que será el primero en aterrizar en el mercado, presentará la mejor relación calidad/precio/autonomía del mercado actual, aunque sus creadores no puntualizan el precio de venta que tendrá este modelo. No obstante, el compacto inicialmente será concebido como coche puramente eléctrico, pero la modularidad de su plataforma le permitirá acoger un pequeño motor térmico para funcionar como extensor de autonomía. Por supuesto, la venta de sus modelos será totalmente digital, mientras que la distribución estará apoyada por “operadores con experiencia”, sin entrar en datos concisos al respecto.