Un consorcio de empresas británicas desarrollará y probará los motores eléctricos que propulsarán en un futuro el Airlander 10, la aeronave comercial más larga y lujosa del mundo, que combina características de vuelo de un dirigible, un avión y un helicóptero. Estos motores eléctricos sustituirán a dos de los cuatro motores de combustión que actualmente utiliza el Airlander 10, lo que supone un primer paso para su electrificación total.
El Programa de Investigación y Tecnología Aeroespacial de Reino Unido ha concedido un fondo de financiación de 1,16 millones de euros (1 millón de libras) a un consorcio llamado E-HAV1, formado por tres socios, Hybrid Air Vehicles (HAV), Collins Aerospace, perteneciente a United Technologies, y la Universidad de Nottingham (UoN). Su objetivo es desarrollar estas tecnologías de propulsión eléctrica utilizando como la plataforma de pruebas el Airlander 10.
El Airlander 10 es una aeornave de lujo puede realizar rutas continuas de hasta 5 días.
Este vehículo comercia, el más largo del mundo gracias a sus 92 metros y el segundo en cuanto a envergadura, lo construye la empresa británica HAV en la localidad inglesa de Bedford. Su diseño le permite volar a 5.000 metros de altura y 148 km/h durante cinco días, lo que lo hacen ideal para rutas turísticas de pasajeros que no podrían realizarse en ningún otro medio de transporte. Para volar y sustentarse en el aire utiliza un inmenso globo de helio, similar al de los dirigibles. Como los aviones, dispone de cuatro alerones para la elevación aerodinámica y de cuatro motores de hélices como los de los helicópteros para propulsarlo y para permitir el guiado vectorial.
El proyecto, llamado E-HAV1, desarrollará un prototipo de motor eléctrico de 500 kW, incluidas las tecnologías necesarias para su futura producción, con los que se sustituirán los motores propulsores delanteros que queman combustible, aunque en mucha menor cantidad que otras aeronaves de capacidad similar. La integración de propulsores delanteros eléctricos aumentará esta ventaja y supone un primer paso para su electrificación total.
Cada uno de los tres socios del consorcio es especialista en su campo. La capacidad de diseño de aeronaves de HAV, fabricante del Airlander 10, el desarrollo de sistemas de energía eléctrica de Collins y las posibilidades en materias de investigación y pruebas de UoN.
El Airlander 10 cuenta con cuato motores de combustión, de los que los dos delanteros se sustituirán por eléctricos.
Según el CEO de HAV, Stephen McGlennan "reducir la huella de carbono es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la aviación hoy en día. Aunque el Airlander 10 ya cuenta con una eficiencia increíble, tenemos que encontrar formas de reducir aún más el impacto que tenemos en nuestro entorno".
El proyecto E-HAV1 está respaldado por el Programa de Tecnología Aeroespacial del Reino Unido, una inversión conjunta del gobierno y la industria para abordar los objetivos clave de su Estrategia de Tecnología Aeroespacial: fortalecer las capacidades aeroespaciales del Reino Unido, posicionarse para el desarrollo de futuras generaciones de aviones civiles y promover una nueva generación de tecnologías de propulsión eficientes.
El programa se financia a través de una asociación entre el Instituto de Tecnología Aeroespacial (ATI), el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial (BEIS) e Innovate UK que aborda los desafíos de la tecnología y la capacidad a gran escala, principalmente en un marco de tiempo de entre 5 y 15 años.