Ni un mes lleva Donald Trump al frente de Estados Unidos, pero ya avisó de que su llegada a la Casa Blanca no iba a ser precisamente discreta. Prometió medidas más proteccionistas para los fabricantes norteamericanos, y está cumpliendo.
Desde el 4 de febrero de 2025 se elevan los aranceles todavía más, pues son del 25% extra para las importaciones llegadas desde Canadá y México, y un 10% adicional para todo que viaje desde China a Norteamérica.
Las ebikes son un importante negociado en Estados Unidos
Hay que recordar que durante la legislatura de Joe Biden ya se pusieron en marcha recientemente unas tasas del 100% (cuatro veces más) a los vehículos eléctricos chinos, como consecuencia de la investigación de competencia desleal, que la Unión Europa también hizo de forma paralela.
Lo que ocurre ahora es que Donald Trump está siendo más duro, y ha endurecido las normas de importación al país en general, y eso también afecta a las bicicletas eléctricas.
Hay que decir que, ya en su primera presidencia, puso en marcha cambios para gravar a la industria china, y eso ya tocaba de lleno a las ebikes. De hecho, las medidas han seguido aplicando en cierto modo durante el mandato de Joe Biden, pero lo que llega ahora es algo todavía más duro.
Con ese extra del 10% a los productos llegados de China, habrá consecuencias importantes, pues la producción mundial de bicicletas eléctricas está representada en su mayor parte por fabricantes chinos.
¿Quién pagará esta subida?
En el caso de Estados Unidos, el 90% de las ebikes que se venden allí están fabricadas íntegramente en China, o utilizan piezas vitales procedentes del país asiático, como los motores y las baterías, entre otros componentes.
Lo que quiere decir que van a ser objetivo de estos nuevos aranceles, que van a tocar de lleno a la industria. Aunque los exportadores chinos no van a ser los que sufran este escenario, pues serán las marcas norteamericanas que compran las bicicletas eléctricas allí las que tenga que asumir esta subida de costes.
Y en última instancia, tendrán que decidir si absorben estos aranceles, o si los trasladan al precio de sus ebikes para que sea el cliente final el que acabe pagando.
Aunque la Administración de Donald Trump asegura que esta medida protege a los ciudadanos de Estados Unidos, algunos economistas también apuntan a una subida de precios general en el país, al aumento de la inflación, y a la pérdida de valor de la moneda local.