La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) y la patronal europea de la industria eléctrica Eurelectric han asegurado que serán necesarios unos 2,8 millones de puntos de recarga públicos en la Unión Europea para 2030 debido al despliegue del coche eléctrico, lo que significa multiplicar por 15 los existentes en la actualidad.
En este sentido, ambas asociaciones han mostrado su "satisfacción" con el enfoque en infraestructura para vehículos eléctricos del plan de recuperación de la crisis del coronavirus anunciado por la Comisión Europea. Sin embargo, han señalado que el objetivo de financiar la instalación de un millón de puntos de recarga públicos ya estaba recogido dentro del Pacto Verde europeo, "y está muy por debajo de lo que se requerirá en la realidad".
Por eso, ACEA y Euroelectric han solicitado a Europa que acelere sus planes y revise la Directiva de Infraestructura de Combustibles Alternativos, e introducir un enfoque "mucho más ambicioso" para desplegar puntos de recarga y estaciones de repostaje de hidrógeno.
El despliegue de la infraestructura debe estar en línea con los objetivos de reducción de emisiones establecidos por la UE para 2025 y 2030, y debe considerar las clases de puntos de recarga y capacidades de carga de vehículos. Camiones y autobuses eléctricos, por ejemplo, tienen necesidades diferentes a los turismos: mayor demanda de potencia y energía consumida, estacionamientos nocturnos o accesos específicos son algunos de ellos.
"Necesitamos ver una acción rápida en el despliegue de la infraestructura para darles a los consumidores la confianza de salir y comprar un vehículo eléctrico, asegurando así que la flota pueda renovarse de una manera ecológica", ha subrayado el director general de ACEA, Eric-Mark Huitema.
Por su parte, el secretario general de Eurelectric, Kristian Ruby, ha destacado la importancia de "acelerar" el despliegue de puntos de recarga y de modelos 'cero emisiones' para incorporar una movilidad limpia en la "nueva normalidad" después del coronavirus.