Future Mobility Corporation, la propietaria de la nueva marca de automóviles Byton, ha logrado recaudar 500 millones de dólares (428 millones de euros) en su última ronda de financiación. Con esta nueva aportación, la compañía será capaz de fabricar hasta 150.000 vehículos al año, según afirma el proveedor alemán de sistemas automatizados de pintura Dürr, que mediante comunicado ha revelado haber recibido un pedido de Byton con esta esta capacidad anual.
Los nuevos inversores de Byton son tres empresas chinas: el fabricante de automóviles estatal FAW Group, el desarrollador de baterías de iones de litio CATL y el inversor tecnológico Tus-Holdings.
Si este objetivo se confirma, convertiría a Byton en el fabricante con mayor capacidad de producción en China, por encima incluso de BYD. Este último entregó en 2017 algo más de 108.000 unidades en todo el año, por lo que Byton se estaría preparando para superar con creces dicha cifra con una gran diferencia: todos sus coches serán eléctricos.
Los modelos eléctricos y autónomos de Byton
Byton presentó su primer concept eléctrico totalmente funcional en el CES de Las Vegas, donde permitió a los medios de comunicación dar un corto paseo a bordo. Un modelo con carrocería estilo crossover llamado M-Byte en el que destaca especialmente una espectacular pantalla que recorre todo el salpicadero.
Sobre la misma plataforma, Byton ha presentado el primer prototipo del que será el segundo de sus tres modelos eléctricos, cuyo nombre es K-Byte. En este caso se trata de una berlina con una distancia entre ejes de tres metros, una longitud total de 4,95 m, un ancho de 1,95 m, y 1,5 m de altura. Byton no informado todavía sobre sus detalles técnicos, pero su llegada al mercado europeo no será antes de 2022.
Tanto en estos dos modelos como en el tercero que falta por presentar, un vehículo con capacidad para siete personas, Byton promete capacidades de conducción autónoma de nivel 4. Esto significa que sus coches podrán conducir por sí mismos sin necesidad de que el conductor esté alerta. En caso de fallo crítico, en este nivel tecnológico el coche es capaz de retirarse a una zona segura sin provocar accidentes. Con este objetivo, la marca está trabajando con Aurora, compañía especialista en conducción autónoma fundada por Chris Urumson, ex jefe del programa de vehículos autónomos de Google.
