Stellantis no está en venta, pero tampoco está viviendo su mejor momento empresarial, como le está pasando a otros fabricantes de coches tradicionales en estos años de transición hacia a la movilidad eléctrica. Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, ha puesto nombre a los culpables del escenario al que se están enfrentando.
Estas palabras del consejero delegado tiene que ver con la actuación de los legisladores, especialmente los europeos, pues piden a los fabricantes unos objetivos en cuanto a vehículos electrificados se refiere para reducir las emisiones, pero a su vez contribuyen al "desastre" y el "caos" porque no colaboran ni empujan en la misma dirección.
Los gobiernos no lo están poniendo fácil
Se refiere a la reducción de incentivos que el sector del automóvil viene sufriendo desde hace años, lo que, según Tavares, no hace más que frenar el mercado.
"La industria del automóvil se encuentra en una especie de modo de supervivencia: no tenemos miedo. No podemos quejarnos, no podemos dudar, tenemos que concentrar nuestros esfuerzos para seguir vivos", asegura el consejero delegado de Stellantis.
También habla de la necesidad de lograr la paridad de costes de los vehículos eléctricos y los de combustión tradicionales, pues permitiría venderlos a precios similares y convencer a más potenciales clientes de dicha tecnología.
Y es que los próximos años son decisivos para las marcas, pues tienen que ir reduciendo cada vez más las emisiones de sus coches, o tendrán que asumir multas millonarias por parte de Bruselas, y por cada modelo comercializado que no cumpla con los objetivos previstos.
Los objetivos de 2035 siguen sin estar claros
Carlos Tavares ha destacado también que en Europa "es difícil hacer previsiones", ya que en la región "reina el caos". En este sentido, se refiere a cambios de última hora en la normativa de emisiones Euro 7, así como a la posibilidad de que nuevamente se retrasen los objetivos fijados para 2035.
El CEO de Stellantis afirma que "sería surrealista cambiar las reglas ahora", pues sus marcas ya han llevado a cabo las inversiones y las medidas necesarias para adaptarse a la regulaciones en las fechas inicialmente previstas.
El máximo responsable de grupo automovilístico sentencia: "Mis coches están listos, mi gente está lista y nuestras fábricas están listas. ¿Por qué esperar? ¿El calentamiento global ya no es un problema? En este momento, la mitad de Portugal está ardiendo".