Los coches sin conductor están comenzando a enfrentarse a las pruebas en las vías públicas. Es un paso que ha costado mucho, pero que resulta necesario para garantizar una gran eficiencia en el futuro. Es un decisión difícil, ya que requiere confiar en una tecnología que aún se encuentra en fase de desarrollo. Los sistemas de conducción autónoma cuentan con un nivel de seguridad lo suficientemente testado, pero lo cierto es que aún podemos encontrar todo tipo de situaciones en las que esta tecnología no cuenta con soluciones al uso.
Un buen ejemplo de ello nos lo muestra el evento que ha tenido lugar recientemente en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos. La empresa que ofrece servicios de desplazamiento sin conductor, Cruise, se acaba de enfrentar a una situación jamás vista con anterioridad. Al parecer, uno de sus coches autónomos ha terminado encallado en un área cubierta por cemento fresco. ¿Puedes imaginar el resultado? He aquí todos los detalles que se conocen por el momento.
Los coches sin conductor cuentan con un nuevo enemigo, el cemento aún fresco
El software de los coches sin conductor está pensado para gestionar más del 90% de las situaciones que se pueden dar en el tráfico real. Por este motivo, esta tecnología está preparada para poder desarrollar funciones de avistamiento de otros automóvil y del resto de usuarios de la vía. Ahora bien, ¿qué ocurre si hay un área que dispone de cemento fresco? Es posible que, en este caso particular, estuviese señalizado, pero esto no lo lee la centralita del coche.
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— Nobody B. Goode🕴 (@Name_Is_Nobody) August 15, 2023
Como consecuencia de ello, podemos encontrar situaciones como la que se ha producido hace escasamente un día. Lo primero que llama la atención es ver cómo el eje delantero queda completamente sumergido en el interior del compuesto, en cual se encuentra en vías de solidificación. Es importante tener en cuenta que, finalmente, se pudo rescatar el vehículo, pero este evento deja en evidencia este servicio. Más todavía a sabiendas de los atascos que produjeron varias unidades hace escasamente unos días por problemas de conectividad.
Pese a que estos coches sin conductor ya contaban con el beneplácito para circular durante determinadas horas en tráfico abierto, la semana pasada se recibió la autorización para operar a cualquier hora del día. Se trata de un experimento que permitirá comprender hasta qué punto nos encontramos ante una alternativa viable en el medio plazo. Cruise, junto con el sistema de conducción autónoma de Waymo (filial de Alphabet), lleva operando un tiempo en el área de San Francisco, Estado de California.
De acuerdo con las primeras informaciones, la empresa de servicios de transporte ya se ha puesto en contacto con las Autoridades locales con el objetivo de ver qué es lo que ocurrió y qué decisiones se toman a partir de ahora para que este tipo de eventos no vuelvan a producirse. Al fin y al cabo, se trata de obras públicas que pueden incrementar el gasto público de forma considerable por este tipoi de actos.