En Europa cada vez conocemos más fabricantes chinos de coches eléctricos, pero son sólo unos pocos de todos los que hay. Según Xiao Yaqing, el ministro chino de Industria y Tecnología de la Información, China tiene «demasiados» fabricantes de vehículos eléctricos, lo cual empujará al gobierno del país a concentrar la industria para fomentar la consolidación de la misma.
China es el mayor mercado automovilístico del mundo, y eso incluye, por supuesto, ser también el país donde más vehículos eléctricos se venden. El gigante asiático, que ya es líder en multitud de parámetros económicos a escala global, ha convertido su industria automovilística en una de las más potentes del mundo. También ha impulsado la venta de vehículos "de nuevas energías", como allí los denominan, mediante incentivos directos a la compra de vehículos eléctricos menos contaminantes.
Esta "fiebre" por los coches eléctricos ha llevado al exceso el número de fabricantes, que se ha disparado hasta alcanzar los 300, en su mayoría empresas pequeñas y dispersas. Según el ministro Yaqing, «hay que aprovechar al máximo el papel del mercado y alentamos los esfuerzos de fusión y reestructuración en el sector de los vehículos eléctricos para aumentar la concentración del mercado». La idea no es otra que concentrar esfuerzos y recursos y aumentar la competitividad de la industria en su conjunto, y por tanto del país.
El gobierno chino está elaborando medidas para frenar el exceso de capacidad del sector y canalizar los recursos hacia una serie de centros de producción clave, según ha informado Bloomberg News citando a personas familiarizadas con el asunto. Los reguladores están estudiando la posibilidad de establecer una tasa mínima de capacidad de producción; las provincias que no la cumplan no podrán aprobar nuevos proyectos hasta que alcancen la capacidad establecida. Hasta ahora, las autoridades provinciales habían ofrecido exenciones fiscales y otros incentivos para que los fabricantes de vehículos eléctricos se instalasen en su territorio, lo que ha provocado un exceso de capacidad y repartos desiguales. Sirva como ejemplo la provincia de Jiangsu, al norte de Shanghái, que alberga actualmente una treintena de fabricantes de automóviles, varios de ellos en quiebra.
La tasa media de capacidad productiva de los fabricantes de automóviles en China se situó en torno al 53% el año pasado, según cálculos de la provincia de Jiangsu presentados a la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma a principios de este año. El objetivo de hacer que la industria de los vehículos eléctricos sea más sostenible se produce en un momento en el que China está reorganizando varios sectores, desde la enseñanza hasta el sector inmobiliario, pasando por las grandes tecnológicas, en un intento del presidente Xi Jinping de remodelar la economía y la sociedad del país.
Como decíamos anteriormente, China cuenta con unos 300 fabricantes de vehículos eléctricos, según un informe de abril que citaba estadísticas oficiales, entre los cuales hay nombres conocidos como BYD, Nio, Xpeng, Li Auto, Geely, Great Wall Motors, Byton, Aiways, Dongfeng (y próximamente Xiaomi), y decenas de fabricantes no tan populares -especialmente para el público europeo-. El rápido crecimiento del mercado se ha visto favorecido por las subvenciones del gobierno central para la compra de "vehículos de nueva energía", que ascendieron a 5.100 millones de dólares entre 2015-2020, según datos del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información.
El ministro Xiao Yaqing también anunció que China mejorará su red de puntos de recarga e impulsará la venta de vehículos eléctricos en las zonas rurales, donde son menos populares que en las ciudades. Por otro lado, el ministro aseguró que estaban buscando soluciones para hacer frente a la escasez de chips a la que se enfrenta la industria automovilística, que afecta a todos los fabricantes del mundo, obligando a muchos de ellos a parar temporalmente la producción o reducir la producción.