La UE castigó a los fabricantes chinos porque recibían ayudas públicas. Ahora la misma UE prepara 100.000 millones para salvar la industria europea

El Clean Industrial Deal pretende convertir la descarbonización en un motor de crecimiento para las industrias europeas, incluyendo, lógicamente, los fabricantes de automóviles.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
27/02/2025 14:26
Actualizado a 27/02/2025 14:26

La Unión Europea quiere (y necesita) que su industria siga siendo competitiva en un mundo cada vez más complicado. Los golpes están viniendo de todos los frentes. Entre el alto coste de la energía y la feroz competencia de China y Estados Unidos, la industria europea está contra las cuerdas. Por eso, la Comisión Europea ha decidido mover ficha con el Clean Industrial Deal, un ambicioso plan que busca convertir la descarbonización en una palanca de crecimiento y blindar la competitividad de las empresas del Viejo Continente.

Con este plan, Bruselas intenta equilibrar el juego frente a China y EE.UU., asegurando que la transición verde no solo beneficie al planeta, sino también a las empresas y trabajadores europeos.

100.000 millones de euros para las industrias

La UE destinará más de 100.000 millones de euros para financiar la transición industrial, con subvenciones, créditos y garantías públicas que faciliten el despliegue de tecnología limpia. Además, se plantea la creación de un Banco de Descarbonización Industrial, similar al BEI, para canalizar inversiones hacia la industria verde.

No deja de ser paradójico que, tras imponer aranceles a los coches eléctricos chinos alegando que los fabricantes recibían ayudas estatales en menor o mayor grado, ahora la Unión Europea decida utilizar una fórmula similar. Quizá tras haberse dado cuenta de que es una inversión no sólo para la competitividad de la industria europea, sino para su subsistencia.

Energía barata y menos dependencia del exterior

Uno de los pilares del plan es el precio de la energía. Las industrias europeas, especialmente las más intensivas en consumo energético (acero, metales, químicos), necesitan electricidad más asequible para poder competir a nivel global.

Para ello, la UE acelerará la instalación de energías renovables, mejorará las interconexiones energéticas entre países y reducirá la dependencia de los combustibles fósiles importados.

Menos residuos y acceso a materias primas críticas

Otro de los objetivos es reducir la dependencia de Europa de proveedores extranjeros para materiales clave como el litio o las tierras raras. Para ello, se creará un Centro de Materias Primas Críticas de la UE, que permitirá la compra conjunta de estos recursos para conseguir mejores precios.

Además, en 2026 se aprobará una ley de economía circular que impulse el reciclaje y la reutilización de materiales, con la meta de que el 24% de los recursos utilizados sean circulares en 2030.

Empleo y formación

La transición industrial no solo necesita dinero, sino también mano de obra cualificada. Por eso, el Clean Industrial Deal impulsará la creación de 500.000 nuevos empleos de calidad y reforzará programas de formación en tecnologías limpias y digitalización, con 90 millones de euros a través de Erasmus+.

Además, la UE revisará en 2026 las normas de contratación pública para favorecer los productos fabricados en Europa, dando preferencia a las empresas europeas que cumplan criterios de sostenibilidad y resiliencia.

La estrategia para competir con China y Estados Unidos

Este plan no es casual. Llega en un momento en el que la industria europea sufre la presión de dos gigantes:

  • China. Sus coches eléctricos, más baratos, llevaron a la UE a imponer aranceles para evitar competencia desleal. Además, el gigante asiático controla la mayoría de la producción de tierras raras (presentes en multitud de dispositivos de tecnología, desde máquinas de diagnóstico médico hasta paneles solares).

  • China también ejerce un gran control sobre la cadena de suministro de las baterías de vehículos eléctricos, incluyendo la producción y refino de litio. Controla casi el 80% de la producción global de baterías.

  • Estados Unidos. Biden aprobó la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que ofrecía grandes incentivos a la industria verde, atrayendo inversiones que podrían haber ido a Europa. Ahora Trump está acelerando las medidas proteccionistas para blindar la economía estadounidense.