Elon Musk siempre ha pecado de optimista en sus declaraciones. Y uno de muchos ejemplos tiene que ver con la conducción autónoma: Tesla prometió en 2016 que todos sus coches podrían incorporarla de forma completa.
Casi 10 años después, Elon Musk se encuentra ante una decisión muy difícil. Dado que no va a poder cumplir esa promesa, deberá actualizar cuatro millones de Tesla o indemnizar a sus clientes.

Un hardware que debe ser actualizado en cuatro millones de Tesla
El problema ha surgido a raíz de unas declaraciones del propio Elon Musk durante una entrevista en enero: en ella, el CEO de Tesla reconoció que el ordenador HW3 -de hardware 3- que equipan muchos Tesla “no estaban completamente preparados” para llevar a cabo una conducción autónoma total.
Pero, para entender este tema, es necesario recapitular sobre la evolución tecnológica de los Tesla. El hardware 3 o el ordenador HW3 se incorporó a los Tesla en 2019, justo cuando las ventas de la empresa de Elon Musk comenzaron a despegar mundialmente.
Hasta entonces, los Tesla incorporaban versiones llamadas HW2 o HW2.5 que tuvieron que actualizarse, lo que ocasionó, en Estados Unidos, demandas por publicidad engañosa a raíz de las promesas de Musk sobre la conducción autónoma.
Ahora, según las declaraciones del CEO de Tesla, parece que el ordenador HW3, que se estuvo instalando en los Tesla desde 2019 a 2023, tampoco será suficiente para una conducción autónoma completa.
Musk se refería en concreto a la capacidad de computación necesaria para que un Tesla haga funcionar al 100% de su capacidad el sistema FSD o Full Self Driving, el modo de conducción semiautónoma más completo que ofrece por ahora Tesla y por el que muchos clientes han pagado hasta 12.000 dólares, unos 10.600 euros al cambio, en los últimos años.

En los últimos meses de 2023, como señalamos, Tesla comenzó a instalar en sus nuevos modelos el ordenador HW4, que tampoco se libró de numerosos fallos. Así, y durante, estos supusieron un enorme problema para Tesla y, de paso, una muesca más en la credibilidad de Elon Musk
Pero el principal problema para Elon Musk es que Tesla prometió durante años que “todos los coches producidos desde 2016 tienen el hardware necesario para ofrecer la capacidad de una conducción autónoma total“.
Algo que, desde el portal Electrek ya señalan que podría suponer la necesidad de que Elon Musk y Tesla actualizaran todos sus vehículos que incorporan el ordenador HW3, que suman aproximadamente 4 millones de unidades, al HW4.
Elon Musk argumenta que la solución sería “dolorosa”. Y vaya si lo sería
En la citada entrevista, el CEO de Tesla señalaba que “vamos a actualizar los ordenadores HW3 de aquellos clientes que compraron el FSD. Para ser honestos, va a ser una solución dolorosa y difícil de lograr, pero lo haremos. Ahora estoy contento de que no tantos clientes compraran el sistema FSD”.
Según los cálculos de Electrek, a finales de 2022, Tesla contaba con 400.000 clientes del sistema FSD sólo en Norteamérica. Y calculan que, en todo el mundo, existirán al menos otros 100.000 usuarios con este sistema aplicado a un coche con el ordenador HW3.

Eso supondría medio millón de Tesla afectados y el portal norteamericano cifra la actualización de todos los sistemas en “facilmente más de 500 millones de dólares” o más de 443 millones de euros.
Otra alternativa sería indemnizar a los clientes
La decisión es difícil para Elon Musk. No debería obviar este problema porque no dar una solución supondrá una -otra más- merma de credibilidad hacia su persona, lo que afectaría aún más a las descendentes bajas de Tesla.
Además, hay que tener en cuenta que de no actualizar los coches para cumplir sus promesas, los clientes de la marca podrían demandarla. Y eso es algo de lo que ya existe un precedente legal en 2022, cuando un juez en EE.UU. obligó a Tesla a actualizar sin coste el vehículo de un cliente para que este pudiera acceder al citado sistema FSD.
Por eso, lo más cabal quizá sea que Tesla logre indemnizar a sus clientes o, al menos, los compense de alguna manera. Ya que, en Estados Unidos, una demanda colectiva contra Tesla, además del escándalo y pérdida de imagen que podría suponer, también podría salirle a la marca mucho más cara que esos 500 millones de dólares.