En el acuerdo firmado en la recientemente celebrada COP28, se ha logrado consensuar la retirada progresiva de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos para eliminarlos por completo en 2050. Para alcanzar este objetivo es imprescindible la inversión en energías renovables, tanto solar, como eólica o hidráulica. En el documento se insta a triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial para 2030, acelerar los esfuerzos para reducir la dependencia del carbón y avanzar en tecnologías, como la captura y almacenamiento de carbono, que pueden contribuir a limpiar industrias difíciles de descarbonizar.
En los Países Bajos se han implementado por primera vez dos carriles bici solares que abarcan una superficie de 1.000 m2 cada una. Si bien esta iniciativa es anterior a la celebración de la cumbre, demuestra que hay países que tienen claro el objetivo y el camino que hay que recorrer durante estos años para llegar a él.
Una solución tecnológica que aprovecha al máximo las superficies para generar energía solar
La compañía Wattway, perteneciente al grupo Colas, se autodenomina como la primera empresa a nivel mundial en pavimentación solar de carreteras. Desde su fundación en 2015, en su cartera cuenta ya con 40 instalaciones de prueba ubicadas en diferentes países. Fruto de esta experiencia, la empresa ha estado mejorando la tecnología y aplicando nuevas soluciones en cada uno de sus trabajos.
En colaboración con la constructora holandesa BAM Royal Group, ha instalado dos carriles bici solares en las provincias de Holanda Septentrional y Brabante Septentrional. Wattway se especializa en la fabricación de superficies solares para carreteras capaces de generar electricidad sostenible y, a la vez, resistir el tráfico de los vehículos.
Estas ciclovías solares están fabricadas con un novedoso tipo de panel solar sólido que tiene apenas unos pocos milímetros de espesor y que se adhiere al pavimento de los carriles bici preexistentes.
Las células solares están revestidas con un sustrato multicapa compuesto de resinas y polímeros. Son lo bastante transparentes como para permitir el paso de la luz solar y suficientemente robustas para resistir el tráfico de las bicicletas. A diferencia de los paneles solares convencionales, los que se emplean en los tejados, las superficies de estos paneles no son lisas sino que han sido tratadas para ofrecer un agarre equivalente al de las mezclas asfálticas de las carreteras tradicionales.
En las dos instalaciones de los Países Bajos, ha logrado incrementar la potencia específica pico de los paneles hasta los 148 W/m², un aumento significativo en comparación con otras experiencias previas, en las que había logrado alcanzar los 119 W/m².
Wattway espera que entre los dos carriles se generen "160 MWh/año de energía renovable en su primer año, contribuyendo al suministro de la red holandesa". Para comprobar que los resultados reales son cercanos a los teóricos, toda la instalación será objeto de monitorización y de un cuidado y planificado mantenimiento durante un período de cinco años.