Híbridos y Eléctricos fue el primer medio en hacerse eco del nuevo proyecto que había bajo la forma de una pick-up eléctrica. Por entonces llamaron Ecopower Automotive a la marca, aunque ya disponían de los derechos para explotar el nombre de la extinta Ebro, como dimos a conocer en este artículo que publicamos tras mantener una conversación con Edu Blanco, una de las principales figuras tras el relanzamiento de la marca.
Mucho ha cambiado desde entonces el proyecto, que de identificarse como Ecopower Automotive ha dado paso a llamarse Ebro, que sigue teniendo además de la pick-up bajo desarollo, también una furgoneta eléctrica de la que pronto deberíamos saber más. Aun así, lo que más visibilidad ha dado a Ebro han sido los dos SUV que han presentado recientemente.
Los Ebro S700 y S800 atienden a los gustos y necesidades de la mayor parte del público europeo por sus mecánicas híbridas enchufables y su tamaño compacto, y aunque está previsto que se ensamblen en la Zona Franca que Nissan ha dejado vacía tras su abandono, lo cierto es que son de diseño y tecnología chinas.
Por cómo se ha dado el renacimiento de la firma española en el seno industrial de Barcelona, es imposible no pensar en el éxito que ha tenido SAIC a través de MG en muchos de los países que conforman nuestro mercado.
Y es que, el principal escollo al que se tienen que enfrentar los fabricantes chinos es que no tienen una identidad fácilmente reconocicle en Europa, donde al contrario de lo que sucede en China, un país más abierto a cambios y marcas completamente nuevas, aquí el público prefiere productos con los que ya están familiarizados o con los que tienen algún tipo de relación con la marca o el fabricante.
Esta fue la tesitura a la que se tuvo que enfrentar el gigante grupo automovilístico chino SAIC cuando quiso adentrarse a competir comercialmente en Europa.
Para dar solución a esto, el consorcio chino compró todos los derechos de la decadente (por entonces) MG, pues con ello se aseguraban que la clientela reconociera la marca. Aunque la tecnología de sus productos proviniera del otro lado del mundo, la marca británica les daba más credibilidad y cercanía de cara al consumidor. Sin duda, una fórmula que a tenor por su actual éxito, fue muy acertada.
En el caso de Ebro, la diferencia con respecto al proyecto de MG reside en que la española ya trataba de relanzar la marca antes del interés por parte de los chinos, mientras que MG se declaró en quiebra en 2005, lo que supuso toda una oportunidad para SAIC, que la adquirió en 2007.
Con esta alianza, obviamente, tanto Ebro como Chery tienen una ganancia clara. Por un lado, el fabricante chino puede seguir optando a ganar cuota de mercado en Europa. En Italia, Chery ya actúa de manera similar a través de Dr y EVO, dos firmas con productos remarcados que también se venden en España. Por otro, con esta alianza la española Ebro tiene acceso a un abanico de productos y tecnología a la que no hubiera podido acceder de otra manera, ya que a pesar de haber heredado de Nissan una gran parte del elenco técnico que había en la antigua planta de Barcelona, lo cierto es que la fábrica se mantuvo sin recibir grandes inversiones en sus últimos años de actividad.
El próximo paso para Ebro está en dar el pistoletazo de salida a las ventas de sus dos nuevos SUV, de los que pretende ensamblar 50.000 unidades anuales cuando la planta alcance su ritmo de producción de crucero.