Audi ha confirmado su entrada en la competición automovilística Fórmula 1, a partir del año 2026, como proveedor de un motor propulsado con combustible sostenible, según ha confirmado la compañía alemana.
La nueva normativa técnica, que se aplicará a partir de dicho año, se centra en una mayor electrificación y en la utilización de un avanzado combustible sostenible. En 2023, además del actual límite de costes para los equipos, se introducirá un tope también para los fabricantes de los sistemas de propulsión.
Así, para 2026, la potencia eléctrica de los sistemas de propulsión de la Fórmula 1, compuestos por un motor eléctrico, una batería, una unidad electrónica de control y un motor de combustión, aumentará considerablemente en comparación con los sistemas actuales.
El motor eléctrico será entonces casi tan potente como el motor de combustión, que genera una potencia de unos 544 caballos. Los motores turbo de 1.6 litros funcionarán con combustible sostenible.
El proyecto tendrá su base en las instalaciones de Audi Sport en Neuburg, en las inmediaciones de Ingolstadt, siendo la primera vez en más de una década que un sistema de propulsión para la Fórmula 1 será construido en Alemania.
Este centro ya cuenta con bancos de pruebas para los ensayos de motores de F1, así como para la realización de test de motores eléctricos y baterías.
Por otro lado, la Fórmula 1 se ha fijado el ambicioso objetivo de ser una competición con un balance neutro en emisiones de carbono para 2030.
"La Fórmula 1 es un escenario global para nuestra marca y, al mismo tiempo, un laboratorio de desarrollo muy exigente. La combinación de alto rendimiento y competición es siempre un motor de innovación y transferencia de tecnología en nuestra industria. Con las nuevas reglas, ahora es el momento adecuado para que nos involucremos", ha explicado el presidente de Audi, Merkus Duesmann.
