Llama la atención que una marca tan poderosa como Toyota todavía no haya demostrado su verdadero potencial en la agenda eléctrica. Los japoneses llevan mucho retraso en ese campo, pero si alguien puede demostrar su capacidad para hacer coches eficientes y resistentes son ellos. El Toyota Land Cruiser es uno de los 4x4 más famosos del mundo. Un reconocimiento conseguido gracias a décadas de durabilidad y capacidad off-road. Su nueva generación acaba de ser presentada con esos mismos argumentos, pero con una importante e híbrida novedad que en un futuro podría estar acompañada de más alternativas electrificadas.
El segmento de los 4x4 es uno de los nichos más pasionales que hay en el mercado. Si bien sus ventas distan mucho de ser las más populares, las pocas unidades comercializadas sirven como el ejemplo perfecto de lo que una marca puede lograr. El nuevo Land Cruiser evoca al pasado con una estética totalmente renovada y con un eje motriz que, por primera vez, contempla versiones electrificadas. Usará lo que Toyota denomina como motor i-FORCE MAX. Un nombre muy comercial para reconocer un motor turbo de 2.4 litros acompañado de un motor eléctrico de 48 V integrado en la transmisión. Por primera vez, podrá lucir la etiqueta ECO, aunque en Japón no descartan otras unidades.
Tal y como informa Automotive News, Toyota podría estar en disposición de ofrecer versiones más limpias con un mayor grado de electrificación. El ingeniero jefe del proyecto, Keita Moritsu, ha dejado abierta la puerta. Unidades híbridas enchufables, 100% eléctricas e, incluso, una unidad impulsada por una pila de combustible. Por ahora, no hay planes concretos o definitivos de su introducción en la gama, pero el hecho de que en Japón hablen sobre ellas ya es un indicativo de cómo de rápido están cambiando las cosas en la casa. Eso sí, todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Tal y como ha reconocido el propio Moritsu, incorporar sistemas de movilidad alternativos en la plataforma TNGA-F podría suponer un desequilibrio en las capacidades del Land Cruiser. La principal ventaja es clara, la sostenibilidad. Los consumos del todoterreno de Toyota no han sido nunca discretos. Nunca se ha diseñado para ser eficiente y la incorporación de unidades enchufables o de hidrógeno podrían ayudar a reducir las tarifas de carburante así como mejorar las emisiones. El ingeniero jefe ha hecho especial hincapié en la unidad de pila de combustible. Su potencial es enorme sin apenas sacrificios, pero la red de hidrogeneras no es que sea la mejor a día de hoy.
Con respecto a las unidades enchufables, el principal escollo se plantea para la unidad PHEV. La arquitectura del nuevo Land Cruiser no está diseñada para acomodar tanto componente mecánico, por lo que, al igual que el eléctrico, requeriría una profunda actualización de la plataforma. Tal y como ya anunció Toyota hace apenas unos meses, están trabajando en el desarrollo de un chasis específico para vehículos eléctricos que sí podría valer para esas unidades sostenibles del 4x4, pero es muy pronto para vaticinar si van a llegar o cuándo llegarán.
El campo de los todoterreno puros va a cambiar mucho en los próximos años. Al igual que el resto de turismos, los modelos diseñados específicamente para el campo tendrán que adaptarse a la nueva movilidad. Algunos fabricantes ya han presentado sus propuestas. Toyota es una de ellas, pero no es la única. El Mercedes Clase G pronto dispondrá de una versión 100% eléctrica con altas capacidades. Tesla está a punto de presentar su pick-up eléctrica y Ford hace tiempo que ofrece la F-150 Lightning. El caso más extremo es el de INEOS con el Grenadier de pila de combustible. Sabemos que llegará, aunque la marca no ha fijado plazos concretos para su desembarco en los concesionarios.