La firma británica Delphi Technologies ha iniciado la producción en serie de un inversor de carburo de silicio de 800 voltios para vehículos eléctricos que reducirá el tiempo de carga de la batería y ofrecerá mayor autonomía. Según fuentes del sector, un importante fabricante de automóviles ha realizado un pedido a Delphi por 2.700 millones de dólares (2.500 millones de euros) para la producción en serie de esta tecnología por un período de ocho años. El lanzamiento oficial del nuevo inversor se espera para 2022 en un coche eléctrico con arquitectura de 800 voltios.
El nuevo inversor es una actualización del modelo actual de la empresa británica, siendo compatible con una plataforma multivoltaje, es decir: también puede trabajar con sistemas de 400 voltios. "Duplicar los 400 voltios típicos genera diversos beneficios tanto para el usuario como para el fabricante del vehículo", dice Richard F. Dauch, CEO de Delphi. "Hemos diseñado esta tecnología para simplificar las estrategias de voltaje múltiple de los fabricantes de coches a medida que amplían sus gamas de vehículos eléctricos e híbridos".
Delphi anunció hace pocos días una colaboración con el fabricante de semiconductores Cree para el suministro de sus MOSFET basados en carburo de silicio para los nuevos inversores de 800V. En el inversor, el silicio convencional será reemplazado por carburo de silicio (SiC), que permite una respuesta aún más rápida en los semiconductores y la operación a temperaturas más altas. "La conmutación más rápida por sí sola permitirá motores más rápidos, más compactos y más ligeros que ofrecen una gran eficiencia y un mayor alcance", acota Dauch.
Gracias a que los nuevos interruptores SiC caben en el mismo paquete que los interruptores de silicio actuales, las dimensiones del inversor no cambiarán, lo que debería reducir los costes de desarrollo e ingeniería para los fabricantes. El inversor de Delphi permitirá sistemas electrónicos más rápidos, pequeños, livianos y potentes para futuros vehículos eléctricos.
Las soluciones de energía basadas en carburo de silicio están creciendo en todo el mercado automotriz a medida que la industria busca acelerar el cambio hacia la movilidad eléctrica. La firma IHS estima que para 2030 se venderán 30 millones de vehículos electrificados de alto voltaje, lo que representa el 27% de todos los coches vendidos anualmente.
El inversor es uno de los componentes más valiosos en el sistema eléctrico y su eficiencia tiene un gran impacto en el rendimiento del vehículo. El nuevo inversor de carburo de silicio de Delphi proporcionará a los ingenieros más flexibilidad para optimizar otros sistemas del tren motriz. Los beneficios que traerá son una mayor autonomía, una batería más pequeña, carga ultrarrápida, cables más pequeños, más ligeros y más baratos; y un mayor aprovechamiento de la energía cinética al frenar, mejorando aún más la autonomía del coche.
El Porsche Taycan será el primer coche eléctrico con tecnología de 800 voltios que saldrá a las carreteras. Para 2021, Audi planea lanzar el e-Tron GT basado en la plataforma PPE desarrollada conjuntamente con Porsche, que también incluirá vehículos eléctricos con 800 voltios. En la pasada edición del IAA, tanto Mercedes como Hyundai también confirmaron el desarrollo de vehículos eléctricos con tecnología de 800 voltios.