Cuando Michelin suministró los neumáticos del primer automóvil que superó los 100 km/h, en el año 1899, quizá nadie imaginaba hasta dónde avanzaría la tecnología de esa goma con forma circular. Dadas las limitaciones de entonces, seguramente tampoco imaginaban hasta qué punto llegaría la movilidad eléctrica en el futuro. Aquel coche que hizo historia rompiendo la barrera de los cien por hora era eléctrico y ahora, casi 125 años después, Michelin está apostando más que nunca por seguir evolucionando la movilidad eléctrica del presente y del futuro.
Se llamaba 'La Jamais Contente' y fue el primer coche que superó la impresionante barrera (por entonces) de los cien kilómetros por hora, alcanzando 105,8 km/h concretamente. Tenía dos motores eléctricos de 25 kW cada uno, resultando una potencia total de 68 caballos. Era prácticamente el doble de potente que el Mercedes 35 HP que Daimler construyó a Emil Jellinek en esa misma época.
Los neumáticos los suministró Michelin, que había sido fundada diez años antes para la fabricación de neumáticos de bicicletas. Aquel coche eléctrico con forma de torpedo (ya entonces se buscaba una buena aerodinámica) equipaba unos neumáticos con aire, a diferencia de los neumáticos macizos que llevaban los pocos coches que existían por aquel entonces. Era quizá una señal de las innovaciones que estaban por llegar.
La combustión interna le ganó el pulso a la electricidad (al menos en el automóvil) y ha estado presente durante más de un siglo. Los tiempos están cambiando, la tecnología ha evolucionado de manera casi inimaginable y el vehículo eléctrico está ganando posiciones, tanto en el mundo de las cuatro ruedas como en el de dos.
En un mundo cambiante, la movilidad se está transformando y Michelin se ha propuesto acelerar la transición energética con innovaciones que promuevan la electromovilidad, y no sólo en el ámbito de los neumáticos. Se trata de reducir el impacto medioambiental, pero también de hacer la movilidad más segura y más accesible.
La eficiencia energética es clave, pero hay mucho más
En esa línea, la marca trabaja en una mejora continua de los compuestos para ofrecer mejor eficiencia energética en el vehículo. Es decir, hacer que el coche consuma menos. Los neumáticos son de una importancia vital en cuanto a seguridad, pero también en el consumo de electricidad (en el caso de un eléctrico) o de combustible. Desde el lanzamiento del primer Michelin Energy Saver en 1992, se ha reducido a la mitad la resistencia a la rodadura en los neumáticos actuales más eficientes.
Una baja resistencia a la rodadura que permita reducir el consumo energético es importante siempre, pero especialmente en los coches eléctricos, en los que cada kilómetro de autonomía es un bien muy preciado. Pero estirar la autonomía no es, ni mucho menos, el único desafío a la hora de desarrollar un nuevo neumático.
Entre un coche eléctrico y uno con motor de combustión interna existen diferencias que tienen consecuencias en el diseño de los neumáticos. Las baterías son muy pesadas, lo que hace que el peso total de un eléctrico sea mayor. No sólo pesan más, también tienen una entrega de potencia brutal e inmediata y hay que lidiar con ella. Y además, son más silenciosos, por lo que se escucha más el ruido de rodadura y exige hacer unos neumáticos menos sonoros.
Neumáticos para vehículos eléctricos
Para maximizar las ventajas de estos vehículos, Michelin ha desarrollado dos familias de neumáticos exclusivamente para coches eléctricos: los Michelin Pilot Sport EV, diseñados para modelos de muy altas prestaciones, y los Michelin e.PRIMACY, pensados para aquellos más convencionales donde prima el ahorro.
Cuando aumenta el peso del vehículo, la dinámica de conducción se ve comprometida. El Pilot Sport EV ofrece un 15% más de rigidez en las curvas para compensar ese aumento de masa, al mismo tiempo que reduce un 20% el ruido de rodadura en comparación con un neumático deportivo equivalente. Además, este compuesto tiene que ser capaz de lidiar con muchísimo par y trasladar al suelo potencias elevadísimas, lo que supone un desafío añadido.
El neumático Michelin e.PRIMACY tiene otro enfoque. Es un neumático de baja resistencia a la rodadura con un elastómero de alta elasticidad que permite aumentar la autonomía hasta un 7% en comparación con un neumático equivalente no específico para eléctricos. Lógicamente, sin menoscabo de otros aspectos como la durabilidad o la adherencia en mojado.
Tesla, Porsche, Mercedes-AMG, Lucid Motors o BYD son algunos de los fabricantes a los que Michelin suministra neumáticos específicos para coches eléctricos. En el caso de Tesla, Porsche y Mercedes-AMG, cuentan incluso con un marcado específico. Pero no sólo hay neumáticos específicos para turismos: el Michelin X Incity EV Z está diseñado específicamente para autobuses eléctricos, un mercado que se ha multiplicado por diez en los últimos años, y combina la seguridad y duración que se le pide a todo neumático con una mayor capacidad de carga.
El futuro no se entiende sin la apuesta por la sostenibilidad
La movilidad del futuro pasa por una mayor sostenibilidad en todos los aspectos. No se trata solamente de utilizar vehículos eléctricos, con cero emisiones locales, sino que el cambio afectará a toda la cadena de valor. En lo que a neumáticos se refiere, Michelin está investigando la manera de fabricar neumáticos con iguales o mejores prestaciones que los actuales, utilizando materiales reciclados, por ejemplo, a partir de tarros de yogur o botellas de plástico. Aunque hay más.
El objetivo para 2030 es que todas las líneas/gamas de neumáticos de la marca estén fabricados con al menos un 40% de materiales reciclados o de origen biológico y sostenible. Para el año 2050, la meta es llegar al 100%. El neumático VISION anticipa ese futuro: hecho con matariales de origen biológico y con una banda de rodadura renovable, este prototipo pretende ilustrar el modelo de desarrollo sostenible que transformará los neumáticos de aquí a 2050.
No obstante, estos neumáticos sostenibles ya son una realidad. Actualmente, ya existen neumáticos fabricados con una gran proporción de materiales reciclados. El GreenGT H24 impulsado por hidrógeno, un coche para carreras de resistencia, y el Porsche GT4 ePerformance ya utilizan un compuesto que contiene un 53% de materias primas recicladas y de origen biológico.
También los neumáticos WorldCup MotoE para el campeonato de MotoE incorporan una media del 40% de materiales reciclados. Estos neumáticos equiparon a 18 pilotos durante las 12 carreras de la temporada MotoE en 2022.
Pero no todo son neumáticos. Michelin ha desarrollado dos herramientas, MoveElectric y Watèa by Michelin, para ayudar a los clientes a realizar la transición a los vehículos eléctricos, poniendo el foco especialmente en flotas.
Además, ha reafirmado su compromiso de trabajar con los principales actores industriales e institucionales del sector del hidrógeno y participa en Hydrogen Europe, la asociación de la industria del hidrógeno, y en la Alianza Europea por un Hidrógeno Limpio, cuyo objetivo es construir un ecosistema europeo en torno al hidrógeno limpio (verde) y fomentar proyectos de despliegue a gran escala. Paralelamente, Michelin se convirtió en 2020 en socio del proyecto Mission H24, cuyo objetivo es acelerar la movilidad cero emisiones, desarrollando el uso del hidrógeno en las carreras de resistencia.