Pese a que Wallbox está haciendo todo lo posible por remontar y volver a la época de esplendor de la que gozaba hace cuatro años, lo cierto es que los resultados del último año no han sido nada buenos, pese a que en realidad sí que han aumentado los ingresos.
Si bien es cierto que durante 2024 consiguió sumar 163,9 millones de euros, que es un 14% más que en la temporada previa, pero el problema está en que las pérdidas interanuales han sido de 131,5 millones de euros, y eso es un 17,34% más que en 2023.
Wallbox quiere volver a sus valores históricos
Hace poco más de un año nos hacíamos eco de la delicada noticia en la que se ponía de manifiesto la decadencia del fabricante español especializado en cargadores para coches eléctricos, que en 2021 llegó a valer en Bolsa 3.000 millones de dólares, con las acciones en torno a los 18 dólares, y que en apenas unos años han caído en picado.
En enero de 2024 el valor de cada participación estaba alrededor de 1,5 dólares, y actualmente están en torno a los 0,49 dólares, es decir, menos de un tercio que hace justamente un año.
Un escenario realmente complicado para Wallbox, que de la cotización de 3.000 millones, ahora tiene que afrontar un momento en el que el valor es de poco más de 124 millones de euros.
Todo esto, tras meses de lucha por salir adelante, que han tenido como consecuencia recortes en la plantilla, pues se ha despedido a un 35% de los empleados, que vienen a ser unas 300 personas.
2024 fue un auténtico reta para Wallbox
La empresa con Enric Asunción al mando vive su peor momento desde que se fundara en 2015, y eso que ha conseguido ingresar un 41% más en Estados Unidos, además de reducir los gastos operativos un 11%, y crecer un 21% en cuanto a rentabilidad (EBITDA).
El creador y CEO de Wallbox defiende que "en el último año, hemos expandido nuestro negocio, optimizado costes, lanzado nuevos productos, cerrado alianzas estratégicas y asegurado financiación adicional".
Con Norteamérica y Alemania como los principales mercados en los que se está apoyando, queda por ver si la firma es capaz de recuperar su posición en el sector, tras una crisis de la que hacen responsable a la lentitud de la electromovilidad en Europa y otras partes del mundo.